Un guardia civil controla el tráfico en una carretera, y en el círculo, varias furgonetas blancas
SOCIEDAD

Los nuevos vehículos de la DGT que ya circulan por España y cómo reconocerlos

La DGT cuenta con una serie de furgonetas camufladas que vigilan las posibles infracciones que se cometan al volante

La Dirección General de Tráfico (DGT) dispone de nuevos vehículos para controlar las imprudencias que se cometan al volante. En realidad llevan circulando por nuestras carreteras unos pocos años, pero ahora han sumado a su flota nuevos modelos. Por lo tanto, es probable que resulte más complicado reconocerlos.

Se tratan de furgonetas blancas camufladas, que carecen de distintivos. No hay ni logos ni ningún tipo de rótulo que le pueda vincular con la Guardia Civil. Pasan prácticamente inadvertidas, salvo por un pequeño detalle, como es la matrícula.

La DGT parece estar muy satisfecha con el resultado dado por estos vehículos. Cuando entraron en funcionamiento en 2019, apenas contaban con 15 unidades, pero ahora ya tienen 60, publica El Debate.

Cómo identificar los vehículos de la DGT

Hay varios detalles en los que debemos reparar para identificar una de las furgonetas de la DGT. En primer lugar, se tratan de Citroën Berlingo, fabricados en la factoría de Vigo. Cuentan con la carrocería cerrada y totalmente blanca.

A simple vista podría parecer el vehículo que utiliza un profesional para realizar sus trabajos, pero a medida que nos acercamos a él hay un aspecto que le acaba delatando y que nos mostrará que es un coche de Tráfico.

Tal y como se pudo apreciar en unas imágenes difundidas por el Instituto Armado, todos ellos aparecen identificados con la matrícula PGC (Parque de la Guardia Civil). No obstante, tampoco habría que fiarse en exceso de esto, ya que existe la posibilidad de que puedan cambiarlas en ciertas circunstancias, para no despertar sospechas.

Un vehículo eléctrico para la DGT

El nuevo vehículo camuflado de la DGT cuesta 42.000 euros y tiene un motor de 136 cv. Es eléctrico, con una autonomía de 280 kilómetros. Esto es algo que no acaba de agradar del todo a los agentes, ya que lo ven como un problema.

En reiteradas ocasiones han trasladado que se trataban de modelos poco funcionales para desempeñar sus labores. Principalmente por los escasos puntos de recarga y por la facilidad con la que se agota la batería.

Hay que decir que este tipo de furgonetas, hasta el momento, no disponían de radar de velocidad. Prácticamente, se limitaba su uso para castigar infracciones que se pudieran cometer durante la conducción. Es decir, utilizar el móvil al volante o viajar sin el cinturón de seguridad.

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