Tània Verge la vuelve a liar en redes y recibe una avalancha de críticas
Se vuelve a referir a cuestiones navideñas: en esta ocasión, para pronunciarse sobre el rey Baltasar
La consejera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, concentra su acción de gobierno en la Navidad. El pasado día 5 se pronunció para pedir el fin “tradiciones racistas” como la de pintar de negro a Baltasar. La reacción en redes ha sido la común tratándose de Verge: que se dedique a cosas importantes.
El racismo, también en los Reyes
Dentro del Govern, la consejera Verge viene a desempeñar el papel de un destilado ideológico: la cara más ‘woke’ a la que tiende la izquierda. En este sentido, las pasadas Navidades fueron nutridas para la Consejería de Igualdad y para el Govern. Desde felicitar las “Fiestas del Solsticio de Invierno” hasta promocionar un calendario de adviento feminista.
Antes de Navidad, pero, la consejera también tuvo algunas intervenciones sonadas. Como la del Plan para combatir el fenómeno de la “presión estética”. La Consejería anunció a bombo y platillo la urgencia de la medida así como su coste: 10,6 millones de euros. Tampoco fue del todo bien recibida, por lo menos en X.
Sea como fuere, una de sus últimas publicaciones virales es del pasado día 5. En su mensaje, llama a “dejar atrás tradiciones racistas”. Se refiere a que un blanco se ponga betún para interpretar a Baltasar:
“120.000 euros por hacer tuits”
Las respuestas de los usuarios no se salen del guion que marcan esta clase de asuntos. Una mezcla proporcional de incomprensión, indignación y denuncia. “Mucho tiempo libre para decir estas barbaridades”, le decían a la Consejera.
Muchos denuncian la desatención que viven ciertos temas que, a juicio del ciudadano, sí son prioritarios. El más sonado, el de la delincuencia multirreincidente vinculada a la inmigración irregular. El último caso es de hoy mismo: unos de los criminales de Calella con 200 antecedentes a sus espaldas estaba involucrado en el incendio mortal de esta noche.
ERC insiste en lo que la calle llama “buenismo”: es decir, poner el acento en que esto se trata de racismo y del modelo de convivencia. Como explicó el consejero Elena, se trata de una percepción y no de una realidad. En esta situación, la consejera Verge no tiene un papel fundamental en sí mismo, sino por remisión: que el ciudadano denuncie la manera que, a su parecer, representa una mala gestión de dinero público.
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