Montaje de Alejandro Fernández e Ignacio Garriga
POLÍTICA

PP y Vox entran en la batalla final de cara a las elecciones del 12-M

La cuarta posición en el Parlament no está tan clara como se creía: Vox aguanta más de lo que se esperaba

En un principio, todos los analistas dibujaban a un PPC con mucha fuerza y que iba a pasar por encima de Vox. Pero, a medida que se acerca el día de las elecciones, también se acerca una sospecha: que el votante de Vox es muy fiel y ha respondido al discurso contra la inseguridad y la inmigración ilegal.

Dudas sobre el sorpasso

Varios medios recogen declaraciones de fuentes del PP catalán que vienen a decir que se desinfla el optimismo que había en un inicio. Por el contrario, los últimos acontecimientos han estimulado a Vox. Tanto el amago de dimisión del presidente Sánchez como el retorno del expresidente Puigdemont parecen movilizar más al votante de Vox.

Alberto Núñez Feijóo y Alejandro Fernández en un mitin político en Salou el 5 de mayo de 2024

Por otra parte, hay un signo inequívoco de que los populares no ven tan claro el sorpasso a Vox. Y es que, en los últimos días y semanas, hemos visto a un PP que ha calcado el discurso de Vox en materia de inmigración e inseguridad. Incluso Feijóo, tendente de manera natural a la moderación, ha tenido palabras bastante duras con este asunto.

En este sentido, Vox hizo una apuesta al principio de la campaña que consistió en no hacerle la competencia directa a Alejandro Fernández en el terreno constitucionalista. De aquí que Vox haya insistido tanto en sus dos temas estrella y, más revelador aún, lo haya hecho en barrios obreros.

Ya no queda nadie en el banquillo

Que el PP subirá es evidente. Ahora bien, el reto de los populares no es solo subir, sino superar a Vox y hacerse con la cuarta posición, que es donde quedará ‘de facto’ el constitucionalismo. Cualquier otra cosa será un golpe importante para el PPC, que con Alejandro Fernández ha visto la oportunidad de levantar cabeza en Cataluña.

Y que la cuarta posición es esencial para PP y Vox se demuestra en que ambos partidos han sacado sus mejores cartas. Por su parte, el PP ha sacado a jugar a Feijóo, a Ayuso y a García Albiol, es decir, al líder, a la representante más mediática del ‘antisanchismo’ y a un ejemplo de éxito para el PP en Cataluña.

Plano general del acto de Vox en Terrassa con decenas de personas aplaudiendo a Santiago Abascal e Ignacio Garriga, situados en el centro de la imagen

Por otro lado, Vox explota al máximo la figura de Santiago Abascal. Como explicábamos esta misma semana, el líder de Vox dedica la semana de manera íntegra a Cataluña. Ya ha estado en Salt, en Cornellà, en Nou Barris y ahora le queda Reus y el correspondiente cierre de campaña en Barcelona.

La resistencia de Vox

La pregunta fundamental es: ¿Qué hay en la sociología electoral de Vox que le hace presentar tanta resistencia en un lugar como Cataluña? Es una cuestión compleja que no se presta al reduccionismo, pero se pueden señalar dos factores fundamentales.

El primero: que los jóvenes perciben que es en la derecha donde está ahora la actitud más antisistema y que, además, es una actitud que se mueve por redes sociales y no por los medios oficialistas. Esto lleva a que el llamado “voto del miedo” que agita al fascismo y a la extrema derecha no interpele tanto a los jóvenes. 

El segundo: que los efectos negativos más inmediatos del desorden migratorio los padecen las clases populares. Esto lleva a un voto que busca unas garantías que solo encuentra en la contundencia verbal, en la constancia y en las soluciones reales. Nuevamente, Xavier García Albiol es un buen ejemplo.

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