Junts exige eliminar el impuesto de sucesiones tras subirlo ellos en plena pandemia
Junts tiene un año para ganar terreno electoral y lo aprovecha como puede: ahora piden ‘reducir la presión fiscal’ en Cataluña
La aprobación de los presupuestos catalanes se ha estirado mucho y la razón es electoral. Dentro de poco hay elecciones autonómicas y todos los partidos se mueven en función de eso. Ahora, Junts, pide bonificar el mismo impuesto que Torra subió durante los momentos más duros de la pandemia.
Póker de electoralismo
Inmigración, seguridad, amnistía y ahora fiscalidad. Junts busca el póker de ases del electoralismo en Cataluña. Por el momento, es una cuestión comunicativa y mediática. De la inmigración, por ejemplo, nada más se supo. Fue una jugada de Junts para aprovechar el paisaje mediático que había en aquel momento.
Y otro tanto con la seguridad, el vodevil de la amnistía y ahora la fiscalidad. Con temas de dinero, ERC y Junts tienen prisa y procuran esconder que Cataluña es la Comunidad con más impuestos propios. Sin ir más lejos, ayer mismo Sergi Sabrià criticaba a Salvador Illa usando el tema de la fiscalidad.
Junts no se queda a la zaga y ahora pide eliminar el impuesto de sucesiones. La situación es la misma que en Madrid, pero en pequeño: hay que ganar el relato. Y los neoconvergentes han ido al armario y se han puesto el traje de liberales. Piden deflactar el IRPF, bajar impuestos para “reducir la presión fiscal” y eliminar sucesiones. Pero fue Torra el que subió este impuesto en plena pandemia y eliminó las bonificaciones del expresidente Mas.
Subidas durante la pandemia
En el caso de la fiscalidad, lo cierto es que Junts se pone liberal cuando no tienen poder o cuando tienen poco. Cuando todavía formaban parte del Govern de Aragonès intentaban marcar abdominales pidiendo reducciones fiscales como la de sucesiones. Pero la última subida del impuesto la hizo Junts durante la pandemia. Mientras tanto, muchas comunidades autónomas ya han eliminado el impuesto.
Para hacer frente a la crisis del covid, Torra aumentó el impuesto en un momento en el que, por motivos obvios, la mortandad era muy alta. Las críticas vinieron incluso desde los propios aliados de Junts, como el extinto PDeCAT.
El caso es que en Cataluña el impuesto puede llegar hasta el 32% en función del grado de parentesco y otras variables. Algo que lleva a que algunas personas no dispongan del líquido suficiente para hacer el pago o para pedir un préstamo. Más allá de la cuestión fiscal, ahora queda por ver cómo reacciona ERC, obligada ahora a retratarse. Es lo que buscaba Junts.
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