Crece el mal ambiente en ERC ante el posible acuerdo con el PSC para investir a Illa
Un pacto con los socialistas para la investidura de Salvador Illa amenaza con dividir aún más a Esquerra
Una parte destacada de las bases de ERC andan revueltas. La posibilidad de que en los próximos días o semanas la cúpula republicana llegue a un acuerdo con el PSC para investir a Salvador Illa como presidente del Govern de la Generalitat está acentuando el mal ambiente dentro del partido.
ERC se encuentra en plena división por la lucha por el poder que mantienen el sector de Oriol Junqueras y el sector liderado por Marta Rovira. A efectos de la investidura de Salvador Illa, los dos sectores apuestan por alcanzar un acuerdo con el PSC. Sin embargo, este posible pacto con los socialistas amenaza con dividir todavía más una formación en plena crisis.
Con los dos sectores de la llamada cúpula de ERC a favor de pactar con los socialistas, todo quedará en manos de la militancia, que deberá validar este posible acuerdo. Hay un parte de las bases, más ligadas a la dinámica orgánica y al día a día del partido, que probablemente acabarán decantándose por la opción que promueva la dirección.
Sin embargo, hay otra parte que se muestra reticente a investir a Salvador Illa, aunque esto represente ir a una repetición electoral que previsiblemente será desastrosa para la formación. Y este último sector podría dejar en nada el previsible acuerdo que la dirección republicana alcance con el PSC.
En este grupo de militantes hay quién no quiere saber absolutamente nada de pactar con los socialistas porque representa "pactar con el 155". Pero también hay quién acabaría votando que sí en el caso que acuerdo implicase un referéndum o un concierto económico a la vasca. Dos puntos que difícilmente serán incluidos en un acuerdo ERC-PSC.
Finalmente, hay otros que podrían dar su brazo a torcer por orgullo, ante las presiones que están recibiendo por parte de un aparato mediático de Junts que se ha propuesto reventar cualquier pacto entre republicanos y socialistas. En cualquier caso, este sector que ahora mismo está en contra de investir a Salvador Illa se está haciendo notar cada vez más ante el optimismo mostrado por la dirección a la hora de llegar a un acuerdo con el PSC.
El cambio de discurso de Marta Rovira
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, explicaba la semana pasada que las negociaciones con el PSC van por el buen camino. Un discurso que también repetía Raquel Sans, portavoz de la formación. Sin embargo, esta semana, Rovira cambiaba de tono y ya no se mostraba tan optimista.
Los republicanos exigen al PSC avanzar hacia el referéndum, mantener parte de las políticas impulsadas por el actual Govern de Pere Aragonès y también impulsar la lengua catalana. A estas tres cuestiones hay que añadir la carpeta de la financiación autonómica, que es actualmente el punto principal de las negociaciones. Aunque ERC pida un concierto económico como el del País Vasco, el PSOE ya ha descartado esta opción, sobre todo, por los problemas que le generaría como Gobierno respecto a las otras comunidades autónomas.
La propuesta socialista sobre la financiación es la creación de un consorcio entre las haciendas catalana y estatal que ya está previsto en el Estatut. Para convencer a ERC, el PSOE también parece estar dispuesto a acelerar la condonación de 15.000 millones de euros de los 71.000 millones que Cataluña debe al Estado, algo que ya está pactado desde hace meses.
De hecho, otra de las exigencias de los republicanos es empezar a cumplir con los acuerdos ya alcanzados en el acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez. Algo que, además, serviría a Rovira y compañía para convencer a sus bases reticentes a validar un acuerdo con el PSC. Más allá de la condonación de esta parte de la deuda, otra cuestión que iría en la misma línea es la de avanzar también en el traspaso de Rodalies, pactado también hace meses.
Independientemente de como avancen las negociaciones, ERC tiene prisa para cerrar un entendimiento con el PSC. Esta semana, Marta Rovira ponía de fecha límite finales de julio para llegar a un preacuerdo con los socialistas. Más que nada, porque después la dirección republicana deberá convencer a las bases para que vote sí a una investidura de Illa que deberá celebrarse como muy tarde el 26 de agosto, ya que al día siguiente se convocarán automáticamente nuevas elecciones. Y, tal y como está el panorama, los miembros de la cúpula de ERC tendrán mucho trabajo para poder ganar una votación que, ahora mismo, nadie se atreve a vaticinar cómo acabará. Porque ya no solo la dirección de Esquerra está dividida y enfrentada entre los sectores Rovira y Junqueras, también lo están las bases entre partidarios i contrarios a pactar con el PSC.
Más noticias: