Menores extranjeros no acompañados alojados en las naves del Tarajal son atendidos por la Fundación Samu, a 5 de junio de 2021, en Ceuta

POLÍTICA

Cataluña, desbordada ante la llegada masiva de 'menas'

El Departamento del consejero Campuzano no da para más: llegan 300 'menas' al mes y muchos tienen que dormir en comisarías

Continúa el problema de la presión asistencial y se repiten las imágenes de menas durmiendo en dependencias de los Mossos. Esto responde al aumento del 117% en la llegada de menas durante el 2023. La Generalitat esperaba acoger a 33 y llegaron 2.000, lo que le ha obligado a pedir ayuda al Estado.

Llegadas históricas de menas

Fue el dato más mediático del final del año pasado: llegadas históricas de inmigrantes irregulares. Desde 2018, España no recibía una presión migratoria semejante. Entre otras cosas, esto condujo a que se dispara en un 117% la llegada de menas. El problema vino con el reparto.

La presidenta de la Comunidad de Madrid habló de “caos” en el reparto y, a la vista de los hechos, parece que no iba muy desencaminada. Como informamos desde E-Noticíes, las comisarías de Gerona se desbordaron y los menores acabaron durmiendo en las propias comisarías. El problema está en que, al venir algunos sin documentación, la justicia tiene que acreditar si son o no menores y mientras tanto están a cargo de la policía.

Esto conduce a que el sistema asistencial catalán esté colapsado. Algo que representa un problema para el consejero Campuzano, que ha tenido que pedir ayuda y dinero a Madrid. El consejero hacía cuentas de recibir a 33 menas, pero llegaron 2000 y, lo que es más, siguen llegando: 300 cada mes.

Cataluña, desbordada

Según los Mossos, desde noviembre, casi 400 menores no acompañados han dormido en comisarías. Según el Departamento de Derechos Sociales, esto representa la mitad de los menas que llegan por la ruta canaria. Aunque las fuentes policiales consultadas por El Periódico elevan esta cifra al 85%.

El consejero Campuzano pidió ayuda al Ministerio de Infancia y Juventud, que más allá de hacer reuniones dice ahora que no es competencia suya. El problema, como decimos, está en ese impasse que hay entre que llegan, se comprueba si son menores y se les asigna un centro. Mientras tanto, no pueden circular y se acumulan o en la Fiscalía de Menores o en las Comisarías.

Como es natural, esto desborda las capacidades de los Mossos, entre cuyas labores no está la asistencia social. Se suma así otro problema de calado a los muchos que ya tiene el Govern. Todo ello, al mismo tiempo que aumenta la inseguridad en Cataluña en general y en Barcelona en particular.