Plano corto de la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, donde interviene durante la primera jornada de la 38 reunión del Cercle d’Economia, en el Hotel W de Barcelona, a 29 de mayo de 2023, en Barcelona
POLÍTICA

Ada Colau, a la desesperada para tener un cargo

La exalcaldesa presiona todo lo que puede a Collboni para conseguir el tripartito y ahora deja caer que Collboni está al dictado de las “élites”


Colau debe estar nerviosa. El tripartito que tanto desea no acaba de despegar y, para ella, es eso o la nada. Ahora, ha salido a meter más presión a Collboni y ha dejado caer que hay influencias de las “élites”. 

Barcelona, el laboratorio

El Ayuntamiento de Barcelona refleja bastante bien la política catalana e incluso la española. Jugadas partidistas constantes, equilibrios imposibles, hacerse la cama, coger sitio. Tiene sentido que así sea: las próximas autonómicas en Cataluña son el punto de inflexión para Pedro Sánchez. Si Illa gana y gana bien, su estrategia habrá funcionado y, si no, no.

Por eso, Collboni no acaba de mover ficha con el gobierno del consistorio. Mientras tanto, los eventuales agraciados y desgraciados por su hipotética decisión toman posiciones. Junts (Trias) quiere una socioconvergencia y ERC y los Comunes un tripartito. Aunque también hay sectores de ERC con Sergi Sabrià a la cabeza que piden resucitar el procesismo.

Después vienen las justificaciones ideológicas. Como la que ha hecho varias veces Joan Tardà, que habló de la necesidad de entendimiento entre fuerzas progresistas para hacer frente a la “ola reaccionario global”. Si no global, por lo menos municipal: básicamente, pide un tripartito en el Ayuntamiento para, después, hacer lo propio en la Generalitat. Colau también está en el mismo barco.

Aparecen las “élites”

Está en este barco porque es eso o quedarse en tierra. Se hizo sonar su nombre como ministra, pero no ha sido el caso. Por eso, cada vez que tiene ocasión presiona en público a Collboni. Hoy, por ejemplo, ha hecho la de revelar conversaciones privadas: ha dicho que Collboni le aseguró que la primera opción era un ayuntamiento de izquierdas. O sea, un ayuntamiento en el que esté ella.

Pero es evidente que el PSC se mueve con pies de plomo por el vodevil que hay en Madrid. Algo que obliga a Collboni a dar largas y a Colau a presionar. Colau dice que, a pesar de lo que le presuntamente le propuso Collboni, los Comunes todavía no tienen ninguna propuesta “en firme”. Algo que - y para añadir aún más presión - Colau achaca a la presión de las “élites”:

O sea, que de fondo está la misma dinámica que Pablo Iglesias tiene con los socialistas: presentarse como la verdadera izquierda para intentar retratar al PSOE. Si el tripartito no sale porque en Ferraz no gusta, volveremos a oír acusaciones de traidores y vendidos. Todo apunta a las próximas autonómicas.

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