Maniobras internas en ERC para un tripartito 3.0

Se mueven las piezas dentro del PSC, los Comuns y ERC para repartirse el poder. El banco de pruebas, el Ayuntamiento de Barcelona, el objetivo, Palau. Suenan campanas de tripartito.

Vamos a practicar

La izquierda actual tiene dos herramientas ideológicas: el progresismo como reivindicación de unidad y el fantasma de la extrema derecha. Luego, la realidad: fragmentación folklórica en multitud de partidos, caídas electorales generalizadas y mucho juego corto. Si a esto, en Cataluña, se le pone cara y ojos queda un tripartido de PSC, Comuns y ERC.

Lo explicamos hoy mismo en E-Notícies: el Ayuntamiento de Barcelona tiene pinta de convertirse en un tripartito. Es decir, en un ensayo para la Generalitat. Y nadie da un paso falso, sobre todo el PSC, que por la situación en Madrid es a la vez rehén y captor.

Por su parte, Colau suspira porque, para ella, es el tripartito o la nada. ERC también lo quiere: Elisenda Alamany se ve de repente de alcaldesa de noche. Al margen de que las encuestas no sonríen a los republicanos y mejor acumular todo el poder posible.

Joan Tardà, yo pasaba por aquí

Y apareció Joan Tardà. En una columna en El Periódico, presiona para que salga adelante el tripartito:

El título, “Una complicidad imperiosa”, representa lo ya dicho: vamos a entendernos porque no hay otra para permanecer en el poder. El razonamiento es claro y en la línea habitual: socialdemocracia y hacerle frente a la “ola reaccionario global”. Esta es la expresión con la que Tardà estira el chicle de la extrema derecha.

A falta de ser “globales”, parece que por ahora serán municipales. El resto del texto va por ahí, animando a que haya un tripartito en el Ayuntamiento y, con suerte, en la Generalitat. Habla de que al “independentismo” de ERC y al “catalanismo” del PSC les toca “tirar del carro”.