Carles Puigdemont se enfada también con Google

Sigue el largo camino de Carles Puigdemont hacia la irrelevancia política y social. Últimamente, el expresident no gana para disgustos. Ha perdido la inmunidad, ha visto como su gente le da la espalda o como su partido se deshace por culpa de los pactos electorales. Además, que Junts se quede sin Diputació de Barcelona le afecta personalmente.

Pero, a pesar de los mil frentes que tiene abiertos, Puigdemont no se cansa de buscar nuevos enemigos. El último, sorprendentemente, es Google. Concretamente, la herramienta de inteligencia artificial de este gigante tecnológico, llamada Bard. Y es que el expresident de la Generalitat ha querido denunciar públicamente que la IA de Google “miente por encima de sus posibilidades”.

“Empiezan bien estos de Google”, denuncia el justiciero Puigdemont. Resulta que el enojo del expresident surge por la respuesta de Bard a una pregunta suya. El líder procesista le pregunta “por qué las búsquedas de Google me presentan siempre, como primeros resultados, las páginas en castellano”. En este sentido, argumenta que “mi residencia es en Bélgica y el idioma de mi sistema operativo es el catalán”.

Esta herramienta de Google le da una respuesta extensa sobre los posibles motivos por los que le pasa esto. A pesar de que la contestación de Bard es de 5 párrafos, Puigdemont señala un fallo de esta IA que está en fase de desarrollo. “El castellano es la lengua oficial de Bélgica, mientras que el catalán no lo es”, dice Google.

Leyendo toda la respuesta de Bard, es evidente qué le sucede a Carles Puigdemont. Pero él prefiere señalar el error de esta herramienta para hacerse la víctima. Ya se lo dice un usuario (independentista) en una de las respuestas: “Qué vida más dura, con tanta represión y sufrimiento”.

Carles Puigdemont y las búsquedas en castellano

Otra cosa que señala el expresident de la Generalitat es que Google le dice que “has estado buscando a menudo en castellano”. Algo que Puigdemont también ha querido denunciar. “No hago mayoritariamente mis búsquedas en castellano”, exclama.

No sabemos qué es más divertido, si imaginarnos al jefe supremo del procesismo utilizar el castellano a escondidas en sus búsquedas. O que Google haya decidido poner todo su empeño en fastidiar la experiencia como usuario de Puigdemont.

Tras un mes de julio realmente complicado, a Carles Puigdemont solo le faltaba eso: que Google le diga que realiza búsquedas en castellano. Realmente la represión no descansa ni un momento.