Un hombre con traje habla en un micrófono frente a un atril con el logotipo de Aliança Catalana en un fondo azul.
POLÍTICA

Aliança Catalana activa la cuenta atrás para las municipales de 2027

Junts maniobra a toda velocidad para intentar anular el crecimiento de Aliança Catalana en los ayuntamientos

Después del colapso procesista en las últimas elecciones autonómicas, el gran eje de la política catalana ha pasado desapercibido. En realidad, habría que decir que se ha intentado disimular por los intereses de los partidos sistémicos, sobre todo de Junts. Y es que, si se analiza la reordenación política del procesismo, se observa que los municipios desempeñan un papel clave.

El motivo que explica el protagonismo de la política municipal es que los municipios suelen recoger muy bien el sentir real de los votantes. Esto lleva a que la política municipal muchas veces tenga caras y expresiones imposibles de imaginar fuera de ella. El caso más revelador es el de García Albiol en Badalona, que ha conseguido mayoría absoluta apegándose a las necesidades de los vecinos.

En el caso del independentismo catalán, la política municipal también vehicula el cambio de paradigma. Más concretamente, vehicula la segunda fase del colapso procesista. La primera le tocó pagarla a ERC en beneficio del PSC, y todo apunta a que la segunda ronda la pagará Junts en beneficio de Aliança Catalana. La década procesista no podía salirle gratis a sus principales promotores.

Mujer de cabello oscuro y corto hablando frente a un micrófono, vestida con una chaqueta azul y una camiseta gris, con un fondo blanco y una pantalla a la derecha.

El votante municipal tiene clara la realidad

Como ya se adelantaba en E-Notícies hace meses, uno de los objetivos estratégicos de AC era tejer redes municipales. Esto consiste en conseguir afiliados y votantes de base, que son un suelo muy fértil y sólido para crecer políticamente. Además, el discurso de AC, como el de Vox (o ahora el de PP), cala muy bien en los municipios, que cargan con el día a día de la inseguridad, los ‘menas’, los padrones fraudulentos, etc.

De hecho, AC ya hace publicidad de esta estrategia y dice explícitamente que las próximas elecciones municipales son su objetivo. Ayer mismo, por ejemplo, la formación compartía un vídeo en redes con sus avances en implantación municipal. Amposta, Lérida, Mollerussa, Santa Coloma de Farners, etc: el aterrizaje de AC se produce por toda Cataluña. Y en toda esta estrategia tienen un papel clave los dos grandes estrategas del partido: Jordi Aragonès y Oriol Gès:

Por otra parte, la política municipal es ideal para partidos que, como AC, se mueven al margen del establishment mediático. Y es que, en la realidad del día a día en la calle, las maniobras de control mediático no funcionan. Las necesidades vecinales son demasiado claras e identificables como para sugestionar el voto a través de la narrativa dominante. Y esto es algo que saben desde Albiol hasta Masquef y pasando por los alcaldes cupaires.

La prueba del algodón

Suponiendo que no existiera AC, habría un indicador que mostraría que, en efecto, la política municipal vehicula en estos momentos el cambio de rumbo en Cataluña. Nos referimos a las maniobras - ya casi desesperadas - de Junts sobre el territorio. En estos momentos, los de Puigdemont concentran muchas de sus energías en anular el ascenso de AC en los ayuntamientos.

Imagen de una calle de Ripoll con varios ciudadanos andando

Nuevamente, el algodón no engaña y basta ver el comportamiento de Junts. Por un parte, Turull está de gira por Cataluña para intentar controlar la situación en sus feudos naturales (la Cataluña rural). Por otra parte, Junts ha endurecido mucho su discurso con la única y exclusiva intención de contrarrestar a Orriols (velo islámico, reparto de ‘menas’, etc.).

Pero estos cambios de rumbo de Junts han sido demasiado violentos como para que muchos ciudadanos no vean que se trata de maniobras interesadas. Por el momento, los sondeos publicados (no los sondeos internos de los partidos) muestran una caída de 7-8 diputados de Junts. Además, el partido no es ideológicamente uniforme, y menos con un líder que, como Puigdemont, está anulado en Waterloo por sus maniobras con el PSOE.

➡️ Política

Más noticias: