El problema de no hacer caso a los expertos
Mientras tenemos decenas de altos cargos cobrando 90.000€, se suele obviar la opinión de los expertos
En la clase política pasa algo muy curioso que, mientras tenemos decenas de altos cargos cobrando sueldos astronómicos (el llamado “Club de los 90k”), se suele obviar la opinión de los expertos. O, en el peor de los casos, se escucha a los supuestos expertos que ya han demostrado ampliamente su capacidad para hundirnos un poco más.
Recientemente hemos tenido tres claros casos. Uno de ellos gira alrededor del mundo educativo. Hoy, en E-Notícies, hablamos sobre la última ocurrencia de la Generalitat que ha generado un nuevo terremoto en la comunidad educativa.
Hace unos meses, el Informe PISA ponía en evidencia las metodologías que se han aplicado en los últimos años en Cataluña. El resultado ha sido que el sistema educativo catalán está en la cola de España y de Europa.
¿Qué ha hecho la Consejería de Educación de la Generalitat? ¿Escuchar a los expertos que llevan años denunciando que la tendencia pedagogista de nuestra enseñanza no hace más que hundirla día tras día, año tras año? No, en absoluto. Mejor seguir escuchando a todos estos pedagogistas alérgicos a la memorización, al estudio y a la cultura del esfuerzo.
Tras quedar más que demostrado que llevamos tiempo por el mal camino, el Govern sigue premiándolos. La última idea maravillosa, que las lecturas dejen de ser obligatorias para los exámenes de acceso a la universidad. ¿El informe PISA nos dice que tenemos un problema con la comprensión lectora? Pues menos lectura, claro que sí. Un plan sin fisuras.
No solamente pasa con la educación, desgraciadamente. En cuestiones como la seguridad tenemos el mismo panorama desolador. Aquí no es que se escuche a los expertos equivocados. Aquí directamente ya se pasa por completo de los que saben.
Samuel Vázquez, presidente de ‘Una policía para el Siglo XXI’ y uno de los mayores expertos en política criminal lleva tiempo denunciando que el sistema actual está obsoleto (y esta semana presentó cinco propuestas para frenar la multirreincidencia en Cataluña). La policía, ahora, intenta combatir la delincuencia actual con las metodologías de los años 80, cómo si nada hubiera cambiado. Todo irá bien, seguro.
¿Alguien le escucha, le hace caso o simplemente piensa en dar una oportunidad a sus propuestas? No, mejor dejemos que la delincuencia siga al alza a ver si llegamos a estadios de criminalidad como Marsella, Malmö o París. Los políticos que se ocupan de estos asuntos siguen a su rollo sin escuchar a los expertos que, oh vaya, resulta que son los que pisan el terreno y conocen de primera mano la situación en las calles.
Lo mismo pasa, por poner un último ejemplo, con la delicada situación que se vive en las prisiones catalanas. La Marea Azul y algunos sindicatos también acumulan meses denunciando que hay que cambiar las cosas para frenar el caos que se vive en los centros penitenciarios en Cataluña. Un caos que no se inventa nadie, que existe: más de 500 agresiones a trabajadores por parte de reclusos en 2023 y un asesinato, el de Núria, en marzo de este año.
¿Alguien les escucha? Parece que poco a poco sí. Pero no lo hacen los responsables del actual Govern (por suerte, ya en funciones). Unos responsables que, con su política buenista y la estafa del antipunitivismo no provocan nada más que dejar desprotegidos a aquellos que se ocupan de los delincuentes. A ver si con el nuevo Govern, si es que lo hay en breve, se empiezan a solucionar algunas de estas cuestiones.
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