
Primeras imágenes de la noche más íntima de Anita y Montoya en 'Supervivientes'
Anita y Montoya vivieron una noche llena de complicidad en 'Supervivientes' con cena romántica y luna llena incluida.
Hace unos días, Anita y Montoya solicitaron a la organización un encuentro a solas, y finalmente su petición fue aceptad. Aunque con sorpresa incluida. Anita expresó su deseo de conversar en un ambiente más tranquilo, mientras que Montoya confesaba estar redescubriendo a una Anita más cercana, aquella de la que se enamoró.
La cita avanzaba con aparente armonía, hasta que la inesperada irrupción de Gabriella, actual pareja de Manuel González y la persona con la que Montoya fue infiel a Anita, cambió por completo el tono del reencuentro.
Tras un cruce de reproches, Sandra Barneda anunció que, si Manuel no descubría la presencia de Gabriella en Honduras, la pareja podría disfrutar de una cena con comida y pasar la noche juntos en Cayo Paloma el próximo martes. Y así ha sucedido, los dos ha disfrutado de un banquete donde ambos han limado sus tensiones y han terminado volviendo a recordar su duro pasado. Una bonita cena donde no faltaron los llantos, las emociones a flor de piel y las confesiones.

"¿Estás contento de compartir esta cena con la persona que lo compartes?", expresaba Anita Williams nada más comenzar la degustación. "Pues sí la verdad que tenía ganas", contestó emocionado Montoya valorando ese momento tan esperado.
"Hay que estar ciego para no darse cuenta de que tú sí me quieres. No podía quedarme anclado en el pasado, y llega un momento en el que hay que dar un paso adelante", confesó el andaluz. "A mis 31 años quiero tener una familia, y eso me lo has dado tú", añadió.
Tras una emotiva cena donde han mirado hacia un futuro juntos, la pareja ha dado un paseo por la playa con masaje incluido. "Cuando hay luna llena se altera toda la naturaleza de por sí", ha comentado la superviviente.

Después, se han acostado sobre la arena de la playa, envueltos en sus sacos de dormir y muy juntos, tal como comentó Montoya, para darse "calor humano". Finalmente, terminaron durmiendo abrazados y tomados de la mano hasta que cayó el sol.
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