
Sonsoles Ónega llama la atención a un espectador que se queda dormido en su programa
Sonsoles Ónega no dudó en dar un toque de atención a la persona del público que se había quedado dormida.
Los programas que se emiten en la franja de la tarde suelen ser magacines que combinan distintos contenidos como entrevistas, reportajes, entretenimiento, noticias de actualidad, cultura y otros temas variados. Es un formato dinámico y ameno, pensado para un público amplio. Suelen acompañarnos después de comer y, como buen español, alguna que otra vez… una siesta cae en nuestro sofá.
Dormirse es algo de lo más normal, pero el problema llega cuando te sucede siendo parte del público de un programa en directo. Eso es precisamente lo que le ha ocurrido a un hombre del público de 'Y ahora Sonsoles'. Un momento curioso, ya que el programa dura tres horas y no es la primera vez que algunos asistentes caen rendidos por el cansancio.
Todo sucedió en la emisión del 22 de mayo, mientras Sonsoles Ónega entrevistaba a una víctima de estafa. En pleno directo, un espectador cerró los ojos y parecía haberse quedado dormido. La presentadora no pasó por alto la escena y, sin dudarlo, se acercó al hombre para reprochárselo.

Fue al terminar la entrevista y dar paso para recibir a Roberto Brasero cuando la conductora de 'Y ahora Sonsoles' se acercó al hombre en la grada. "Hoy no voy a tener una conversación de ascensor con él. No voy a preguntar a Roberto Brasero si va a llover el sábado que hay comuniones", comenzó introduciendo el tema. No sin antes fijarse en los integrantes del público y dirigirse al hombre.
"Se me ha dormido usted un rato antes", espetaba Sonsoles Ónega ante la negativa del señor. "No, hombre que no. Cuando estaba yo aquí hablando con María en la escapada de la soledad", prosiguió argumentando visiblemente molesta.
"Le he oído roncar", insistía la presentadora con cierto humor. Sonsoles Ónega se ha tomado esta situación desde la risa, revelando que no le ha llamado la atención antes por respeto a su entrevistada: "Y a punto he estado de levantarme, pero no podía hacerle eso a María".
Además, le advirtió que, si vuelve a pasar, se verá obligada a hacerle un examen. "El día que le encuentre dormido voy a hacerle unas preguntas sobre la entrevista que esté haciendo". Y terminó recriminándole lo siguiente: "Se ha pegado usted una cabezada que no hay derecho".
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