Vox confirma a Ignacio Garriga como hombre fuerte del partido
Se oficializa el ascenso de Garriga a número dos del partido, que se prepara para un panorama electoral movido con las gallegas y las europeas en frente
Abascal sigue de líder, Garriga se confirma como vicepresidente y Vox mira a lo que está al caer. La formación culmina así su reestructuración interna. De fondo, un panorama electoral en Europa que sonríe a las formaciones identitarias.
Cambios en Vox
Vox ha hecho oficial a través de una nota de prensa su reestructuración interna. En E-Notícies ya explicamos los cambios más relevantes: reelección de Abascal, más poder a los territorios, reestructuración de la cúpula y un ascenso meteórico de Ignacio Garriga. El que ya era Secretario General pasa ahora a Vicepresidente y por lo tanto a número dos.
En su comunicado, la formación de Abascal se reafirma en sus líneas ideológicas y lo hace con vistas a los próximos retos electorales. Empezando por las elecciones gallegas, que han adquirido mucha notoriedad por la crisis de los ‘pellets’ y el mercadeo de encuestas. Los de Vox insisten en que su entrada en el parlamento gallego no es imposible y apuntan a situaciones similares que se vivieron en Andalucía, Cataluña, el País Vasco o Navarra.
En el caso catalán, las encuestas mantienen bastante vivo a Vox. Al fin y al cabo, y a excepción del PSC, son la primera fuerza netamente unionista en el Parlament. Además, su líder, Ignacio Garriga, es ahora un peso pesado dentro de la formación.
Aunque el plato fuerte serán las europeas, unas elecciones que por lo general resultan anodinas e intrascendentes para el votante. Pero habida cuenta de las circunstancias en Europa, se prometen unas elecciones muy reveladoras. Todo indica un ascenso de los partidos identitarios y antiglobalistas en Europa.
El mar de fondo europeo
El viento cambia de dirección y parece que empujará a las formaciones identitarias. Formaciones que, además, son de distinto color ideológico. En Alemania, por ejemplo, la izquierda contraria a la inmigración y partidaria del orden ha tomado un gran protagonismo. Pero en su mayoría se trata de formaciones conservadoras e identitarias.
Esto podrá empujar a Vox en las europeas del próximo junio, que actuarán como un termómetro social. En el caso catalán puede ser revelador: aunque con sus particularidades, en Cataluña son especialmente protagónicos los temas de la inmigración y la inseguridad. En este sentido, Aliança Catalana es una derivada cuyos resultados todavía están muy abiertos.
En suma: Vox se reestructura, actualiza las funciones orgánicas del partido y pone rumbo hacia las gallegas, las europeas y las catalanas. A tenor del clima social que se vive en Europa, se prometen cambios.
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