El victimismo de Junts, ahora contra Europa

Una de las notas distintivas del procesismo político es el victimismo. Sin perjuicio de los golpes que han recibido por el ejercicio de una actividad como la política, tanto Junts como ERC se han destacado por culpar al árbitro en varias ocasiones. Un árbitro que, en el caso de la política, puede ser inexistente.

En un primer momento, esto movilizaba y vivificaba a su electorado. La cronificación del día de la marmota, pero, llevó a este mismo electorado al desengaño. Porque, ciertamente, cuando no es la justicia española, es la europea, o el PSOE, o el deep-state, entre otros factores.

Basta acudir a las publicaciones en redes sociales de alguien como el expresidente Puigdemont para comprobar este desengaño. Casi de manera instantánea, un mensaje del expresidente se llena de comentarios de usuarios indepes que le recriminan no haber ido a fondo cuando se tuvo la oportunidad.

En cualquier caso, en Junts no cesan en su actitud y alzan la voz cuando lo consideran oportuno para mayor gloria del relato. La semana pasada, por ejemplo, fue para denunciar un “golpe de Estado híbrido” en España. Y, esta semana, para lamentarse de que el Parlamento Europeo le haya arrebatado el escaño a Toni Comín cuando lo más probable es que la justicia se lo acabe dando.

En un rizo del rizo, Junts ha puesto el grito en el cielo por una situación que conocen y han vivido.

El escaño de Comín

Ayer, el único eurodiputado de Junts, Toni Comín, no pudo estar en la sesión del Parlamento Europeo. La presidenta de la cámara, Roberta Metsola (PPE), no le otorgó el escaño a Comín porque su nombre no estaba en la lista que la Junta Electoral Central le remitió desde España. La razón para que no figure en la lista es que Comín no acudió a Madrid para jurar la Constitución y evitar así ser detenido.

Sabiendo que esto iba a ocurrir, Comín presentó medidas cautelarísimas al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). La respuesta del tribunal, pero, no ha llegado a tiempo. Y, si no lo ha hecho, es porque el propio Comín no ha presentado la denuncia ante el Tribunal General.

¿El motivo? Que el Tribunal General todavía tiene que resolver una demanda de Junts contra el expresidente Tajani por exactamente la misma cuestión. Y es aquí dónde está el fondo del asunto. La demanda que ahora hacen desde Junts es idéntica a la que hicieron en 2019 por la misma cuestión.

Hasta el punto de que la justicia europea les dio la razón - a Junqueras, en realidad - y consideró que tanto Puigdemont como Comín tenían derecho a recoger el acta como eurodiputados. De hecho, el propio Comín ha dicho en redes sociales que “confiamos en que en las próximas semanas nos darán la razón siguiendo su propia jurisprudencia”

La Doctrina Junqueras

¿A qué jurisprudencia se refiere Comín? A la conocida como “Doctrina Junqueras”. El origen de esta jurisprudencia es largo y complejo. Pero, en esencia, es una decisión de la justicia europea que viene a decir que una persona goza de inmunidad como eurodiputado desde el momento en que es escogido como tal.

Esto llevó al entonces presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, a levantar la prohibición de acceder al parlamento que había contra Puigdemont y Comín.

Como es público y notorio, ambos pudieron ejercer sus derechos políticos desde el escaño y gozar de su correspondiente inmunidad parlamentaria. De paso, apuntarse un tanto contra el juez Llarena.

“El Estado español”

Pero esto no ha sido obstáculo para que ambos protagonistas (también Laura Borràs) se hayan mostrado muy indignados en redes sociales. De paso, han reforzado el relato procesista y también el descrédito que sufren por parte de muchos votantes nacionalistas.

El expresidente Puigdemont, por ejemplo, ha denunciado esta situación con palabras muy gruesas y también ha teorizado sobre sus causas.

Según ha explicado en redes sociales, “esto tiene un culpable: el Estado español. Españolizar las instituciones europeas ha sido funesto para el proyecto europeo. Las consecuencias del estropicio son enormes, en términos de descrédito y de inseguridad jurídica”.

Por su parte, Laura Borràs ha hablado de “anormalidad democrática” y de que 443.275 votantes no tengan “su representante político”. Aunque ella misma ha añadido que “sabemos que será corregida porque existe el precedente de hace cinco años”:

Durante las próximas semanas, la justicia europea resolverá la cuestión teniendo presente la jurisprudencia del 2019. Sea como fuere, en Junts deberán ser escrupulosos para evitar que el relato de la justicia europea se les caiga como se le cayó al expresidente Artur Mas.