Situación insostenible dentro ERC: la guerra interna sube de tono

La guerra interna en ERC va camino a ser uno de los grandes vodeviles de la política catalana. La situación está llegando a límites elevados y todavía faltan cinco meses para el congreso extraordinario que debe decidir quién se queda a los mandos del partido. Y, mientras vuelan las puñaladas, la formación debe decidir si apoya la investidura de Salvador Illa y si entran a formar parte del gobierno municipal de Barcelona.

ERC está enfrentada en dos facciones. Una, la de un Oriol Junqueras cada vez más acorralado y que aspira a ser reelegido presidente del partido en noviembre. A su lado ya solo quedan unos pocos dirigentes como Gabriel Rufián o Joan Ignasi Elena.

Al otro lado del ring, el sector de Marta Rovira, que cuenta con el apoyo de gran parte de la dirección (Pere Aragonès, Marta Vilalta, Laura Vilagrà, Raquel Sans, Roger Torrent…) y que tiene como objetivo que Junqueras no vuelva a comandar el partido.

El circo dentro de ERC

El espectáculo está teniendo incluso aires de comedia. Como, por ejemplo, escuchar a Oriol Junqueras pedir que el debate interno no se tenga en público ni en los medios de comunicación. ¿Dónde lo dijo? En una entrevista en un medio de comunicación. El chiste se cuenta solo.

También está participando de la comedia Marta Rovira. Ayer publicaba un tuit riéndose de algunos titulares de la prensa que la acusaban a ella de promover el manifiesto contra Junqueras que ya han firmado casi 800 dirigentes y exdirigentes de la formación. 

Sería creíble si no fuese porque todo el mundo sabe que ha sido exactamente así. Ella lleva tiempo moviendo los hilos en la formación el manifiesto antijunquerista no es una excepción. Pero Rovira se hace la mosquita muerta como si no fuera con ella la cosa.

Por no hablar de que casi toda la dirección, siguiendo órdenes de Marta Rovira, apueste por renovar la cúpula vistiéndose así de “críticos”. Si hacen caso a lo que ellos mismos piden, no quedará absolutamente nadie para dirigir la formación. Y, mientras piden cambios al frente de ERC, también trabajan para preparar una candidatura alternativa a Junqueras para el próximo noviembre. Surrealista es poco.

Y es que el plan de Marta Rovira es claro. Evitar de todas todas que Oriol Junqueras no sea de nuevo presidente de ERC. Para ello incluso le habría ofrecido renunciar a presidir el partido a cambio de dejarle postular como candidato a la Generalitat (cuando pueda), publicaba ayer La Vanguardia.

Una oferta que, lógicamente, Junqueras ya habría rechazado. Está el panorama como para confiar en la palabra del sector que te ha echado un órdago públicamente y que, a fin de cuentas, acabaría imponiéndose en el próximo congreso.

Mientras los dirigentes de ERC alimentan este espectáculo, las bases miran atónitos el circo que tienen montado los dos sectores. Muchos militantes han alzado su voz para pedir discreción y recordar que las batallas internas deben solucionarse, como indica su nombre, internamente y no en público.

¿Cómo terminará la guerra? Nadie lo sabe y todavía quedan cinco meses para el determinante congreso extraordinario. Algo que asegura que la batalla entre los dos sectores aún tiene muchos capítulos por ofrecernos en las próximas semanas. Y, a todo esto, veremos cómo afecta esta guerra en las negociaciones con el PSC para investir a Salvador Illa. Pero si el 12-M ERC perdió 12 diputados quedándose en 20, muchos ven como un suicidio ir de nuevo a elecciones con este panorama dentro del partido.