El expresidente de la Generalitat de Catalunya y candidato de Junts a las elecciones catalanas, Carles Puigdemont, interviene durante un acto de campaña, en Jean Carrère Space, a 1 de mayo de 2024, en Argelès (Francia)

POLÍTICA

Qué dice el programa de Junts en impuestos y por qué es un cambio importante

Los neoconvergentes se pone el traje liberal-conservador y prometen significativas reducciones fiscales

Las propuestas en materia de fiscalidad que trae Junts para las elecciones del 12M sugieren un cambio de rumbo significativo. El partido del expresidente Puigdemont promete notables reducciones de impuestos que vuelven a apuntar a este giro pragmático que muchos ven en la formación.

Es decir, el abandono de las tesis nacionalistas partidarias de la unilateralidad para acercarse a un posibilismo convergente. O esto es lo que se ha interpretado de los movimientos de Junts desde que se encontraron con unas de las llaves de la legislatura de Sánchez. Al margen, claro, del problema inesperado que le ha salido a Puigdemont, que no es otro que Sílvia Orriols.

Carles Puigdemont hablando desde un atril de color azul con una bandera catalana de fondo

Outlet de impuestos

El contraste es demasiado marcado como para que no llame la atención: Junts ha pasado de subir el impuesto de sucesiones - Torra era presidente - a pedir su práctica eliminación.

Su programa electoral para el 12M apunta a que “bonificaremos el 99% de la cuota tributaria para los contribuyentes de los grupos de parentesco I y II”. Así mismo, “excluiremos del impuesto de sucesiones los casos de relevo generacional familiar de hasta 3.º grado para facilitar la continuidad y el relevo generacional de las empresas familiares”.

Pero no es solo sucesiones. También piden una reforma del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y suprimir el Impuesto de Patrimonio, del que dicen reconocer su “carácter injusto”. Es más: no es solo sucesiones, actividades económicas y patrimonio, sino que también es el IRPF y, en general, todos los impuestos. Para sus cien primeros días de gobierno proponen nada menos que la “revisión de la cesta de impuestos de los catalanes para la reducción o supresión, si se tercia, de cada uno de ellos”

¿Liberalismo conservador para frenar a Orriols?

La apelación a reducciones fiscales no es ninguna herramienta electoralista muy novedosa. Cuando Junts estaba dentro del Govern ya hacía presión para bajar el impuesto de sucesiones, que ellos mismos aumentaron en plena pandemia. De la misma manera, y una vez ya fuera del Govern, condicionaban su apoyo a los presupuestos del presidente Aragonès a también rebajas de impuestos.

Con todo esto presente, lo que parece es que Junts intenta bajar a toda velocidad desde las nubes unilaterialistas para presentarse como una opción sólida de Govern. Algo que, por cierto, cuadra con las peticiones de la patronal para acabar con el “infierno fiscal” en Cataluña. Si no fuera porque Junts sigue con la idea - por lo menos, de cara a la galería - de multar a las empresas fugadas en 2017, la simbiosis con Foment del Treball sería máxima.

Silvia Orriols en Cafè d'Idees de RTVE

El problema es que Junts ya no puede ponerse el traje de liberalismo-conservador para combatir solo a sus adversarios de izquierdas como ERC o el PSC. Y es que, ahora, también tienen la competencia de Aliança Catalana, que a casi todos los efectos es una cuota escindida de Junts.

Por todo ello, Junts tiene que presentarse como un partido de orden para poder taponar la fuga que tienen dentro de la derecha catalanista. La duda está en cómo de grande es la parte de su electorado que no se cree este giro pragmático hacia la neoconvergencia, que es sobre lo que sustenta esta enorme rebaja fiscal que prometen.

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