La presión de trabajadores provoca más cambios en la prisión dónde asesinaron a Núria
Funcionarios de prisiones señalan a E-Notícies que las nuevas medidas que se aplicarán en Mas d’Enric son insuficientes
Los trabajadores de las cárceles catalanas siguen en pie de guerra tras el asesinato de Núria, la cocinera del centro penitenciario de Mas d’Enric (Tarragona), a manos de un recluso el pasado mes de marzo. Tras varias semanas de protestas y presiones, han conseguido que en esta prisión empiece a haber cambios para que no vuelva a suceder un caso como el de Núria. Sin embargo, estos cambios no han sido especialmente celebrados por los trabajadores.
Por ahora, las protestas no han servido para que Gemma Ubasart, consejera de Justicia, ni su número 2, Amand Calderó, dimitan. Se trata de una de sus principales peticiones, aunque ellos siguen aferrados al cargo. Tampoco ha habido cambios en el estatus de los trabajadores, que piden ser considerados agentes de la autoridad dentro de las prisiones. Tras casi 600 agresiones por parte de reclusos en 2023, consideran que esta medida serviría para disuadir a los internos de sus intenciones de agredir a los funcionarios.
Más cambios en Mas d’Enric
Por ahora, lo que han conseguido ha sido el cese del director de Mas d’Enric. Una decisión que les dejó insatisfechos, ya que ha sido recolocado en el Departament. Ahora, el consejo de dirección de este centro ha aprobado nuevos cambios que, de nuevo, los trabajadores consideran insuficientes.
Como os contamos en E-Notícies, tras el asesinato de Núria, los trabajadores también reclaman unificar las normativas sobre la relación laboral de los internos que trabajan en las cárceles. Se trata de unas normativas que son distintas en cada centro, algo que pudo perjudicar a Núria, ya que la regulación en Mas d’Enric no es tan extensa como, por ejemplo, en Brians 1 y Brians 2. En este sentido, señalan a Gemma Torres, subdirectora general de Programas de Rehabilitación.
A pesar de que no se han unificado criterios, E-Notícies ha podido saber que el consejo de dirección de Mas d’Enric ha aprobado una nueva normativa laboral para los internos. Una normativa que se aprobó el lunes 27 de mayo y que, según señalan a este periodico fuentes penitenciarias, se habría aprobado con prisas ante la visita de Gemma Torres este mismo jueves al centro. Gemma Ubasart dijo por activa y por pasiva que los protocolos funcionaron a la perfección a pesar del asesinato de Núria a manos de un recluso en las cocinas. Sin embargo, este cambio de normativa deja claro que, en efecto, sí que había aspectos a mejorar.
En la nueva normativa, por ejemplo, se ha establecido una clasificación de los puestos de trabajo en cuatro niveles de riesgo: muy alto, alto, medio y bajo. Eso sí, trabajadores de prisiones han señalado a E-Notícies que es un error, por ejemplo, que la zona de talleres -en la que hay herramientas, maquinaria o elementos que pueden ser usados por internos con conductas agresivas- haya sido considerada de nivel medio. Creen que es un claro caso de nivel muy alto.
Otras novedades son, por ejemplo, que habrá un filtro previo de seguridad, que emitirá un informe favorable o desfavorable para que los equipos de tratamiento valoren la idoneidad de asignar ciertos trabajos a los reclusos. Finalmente, también cambia que ahora habrá sanciones de tres meses para internos que cometan faltas muy graves y también más supervisión para reclusos en primer grado.
Queda la duda, pues, sobre si se habría evitado el asesinato de Núria si se hubiesen aplicado estos cambios antes. Recordemos que su asesino fue readmitido a cocinas sin ser reevaluado por RisCanvi -que determina el riesgo que tiene un interno de agredir a reclusos y trabajadores- tras haber agredido menos de medio año antes a otro compañero que también trabajaba en las cocinas.
Critican los cambios son insuficientes
Trabajadores de prisiones señalan a E-Notícies que, más allá de no unificar criterios con las otras cárceles catalanas, hay otro aspecto importante que les hace mirar con recelo estos cambios.
Consideran que un aspecto que se debería de tener en cuenta a la hora de asignar según qué trabajo a los reclusos es que el interno participe en programas de tratamiento. Algo que, denuncian, el asesino de Núria no cumplía. También aseguran que el asesino de su compañera no se hacía cargo de cumplir con sus obligaciones a la hora de pagar la multa de responsabilidad civil que le impuso el juez en su condena, a pesar de acumular 8.000 euros en su ‘monedero’ gracias a su sueldo como cocinero en Mas d'Enric (una cifra que E-Notícies ha podido verificar).
Según los trabajadores, si estos dos criterios fueran imprescindibles para destinar a los reclusos a un trabajo concreto, la muerte de Núria se podría haber evitado. Y es que su asesino, denuncian, no cumplía ninguna de las dos.
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