El pacto con Junts ya divide al PSOE: 'Si lo pidiera Vox estaríamos escandalizados'

Continúan las reacciones al traspaso de la inmigración que ha conseguido Junts. Ayer, el sector oficialista del partido intentaba relativizarlo y hoy Emiliano García-Page lo ha criticado. El opositor por excelencia a Pedro Sánchez se ha despachado contra las negociaciones.

El coste ideológico del traspaso

Como señalábamos hoy mismo desde E-Notícies, los socios de Sánchez provocan tensiones ideológicas constantes. A nadie del PSOE y de Sumar se le escapa que Junts ha pedido la inmigración para luchar contra Aliança Catalana. Pero esto se ha metido debajo de la alfombra porque al fin y al cabo la legislatura será muy ruidosa.

El PSOE, que parece que no se esperaba la exigencia de Junts, ha tenido que transigir. Como mucho, han sacado a la vicepresidenta Montero a ponerle matices al acuerdo. Por su lado, Sumar tiene que ir a rebufo del PSOE y gestionar como pueda las cesiones a otros socios con las que no están cómodos.

¿Y si lo hubiera pedido Vox?

Pero ahora ha salido García-Page a señalar lo evidente: que las cesiones a Junts no son medidas de izquierdas. Es más, ha dicho que si esto lo hubiera pedido Vox no habrían dejado de tocar ni un minuto el silbato de la extrema derecha.

García-Page viene a estirar uno de los problemas inherentes a este gobierno: que las contradicciones ideológicas son inevitables y serán constantes. En esta ocasión ha sido por Junts, que se ha puesto el traje de derecha identitaria. Pero la próxima tal vez sea Sumar que necesite una medida social maximalista para hacerle frente a Podemos.

Por otra parte, Sánchez tiene socios como el PNV y Junts que en lo económico no son ni mucho menos de izquierdas. Pero sobre esta cesión a Puigdemont, la izquierda todavía puede devolver el golpe. La ley orgánica que regulará el traspaso podrá ser torpedeada por ERC, otro socio de Sánchez.