Europa Press El nuevo intento de homicidio en las cárceles catalanas revive el caso de Núria
La política catalana parece haber olvidado las constantes advertencias de los funcionarios de prisiones
Ayer era noticia que el sindicato CSIF había hecho pública una nueva “situación de extrema gravedad” vivida en la cárcel de Mas d’Enric.
Según explicaron en un comunicado, una interna con antecedentes problemáticos intentó ahogar con un cordón a la jefa de servicio del módulo. Afortunadamente, el hilo se rompió y el resto de profesionales de la prisión pudieron actuar.
“La delincuente arrastró durante un rato a la CUSI del módulo[jefa de servicio], asfixiándola con un cordón hasta que se rompió a causa de la fuerza aplicada. No contenta con la agresión, la cogió por los cabellos, arrancándole un buen puñado”, explicaban ayer los funcionarios.
Imágenes de la agresión a la trabajadora | E-Noticies
Vuelve el fantasma del asesinato de Núria
Que la consejera Ubasart, Amand Calderó y otros responsables de la política penitenciaria no van a dimitir parece seguro. Han aguantado el asesinato de una trabajadora, el descrédito de los funcionarios y multitud de episodios de violencia en las cárceles.
En cualquier caso, esto no significa que los sindicatos vayan a dejar de pedir dimisiones y a hacerlo con palabras gruesas.
En el mismo comunicado del día de ayer, por ejemplo, los trabajadores hablaban de Ubasart y Calderó como “los peores responsables que hemos tenido en la historia de los servicios penitenciarios de Cataluña”.
La consejera de Justicia, Gemma Ubasart | Europa Press
La crudeza de la agresión del día de ayer y que ocurriera precisamente en la prisión de Mas d’Enric - donde fue asesinada Núria López - reviven el fantasma de un episodio negro en la historia de las cárceles catalanas.
El problema, pues, ya no es tanto la dimisión de unos responsables políticos que están de salida, sino que se repita un caso como el de Núria.
Las posibles irregularidades del Departamento de Justicia
El problema del aumento de la inseguridad y las agresiones en las cárceles catalanas venía de lejos, pero adquirió protagonismo social y político cuando Núria Lopez, cocinera de Mas d’Enric, fue asesinada a manos de un preso de nacionalidad rumana el pasado mes de marzo.
Se trataba de un preso que colaboraba con Núria en la cocina y que fue condenado por asesinar a su esposa con un cuchillo.
Esto desencadenó una brecha insalvable entre los funcionarios y el Departamento de Justicia, con la consejera Ubasart a la cabeza. Desde entonces, se han sucedido las agresiones, los comunicados, las peticiones de dimisión y, en general, la indignación.
Como explicó E-Notícies, el relato de la consejera Ubasart tenía lagunas y tal vez no fuera cierto que el asesinato de Núria fue solo un terrible accidente. De hecho, poco después de las informaciones publicadas por E-Notícies, el Síndic de Greuges confirmó la existencia de estas posibles irregularidades.
Los funcionarios protagonizaron fuertes protestas | ACN
El caso es que el asesino de Núria fue apartada de ella y de la cocina medio año antes por agredir a otro interno. A pesar de ello, fue readmitido en la cocina a pesar de no seguir todos los protocolos de control que se contemplan para estos casos. No fue evaluado, por ejemplo, en RisCanvi, que es un control destinado a estimar el riesgo de agresiones.
“La agresión supuso inicialmente la extinción laboral del interno en la cocina del centro, pero la Junta de Tratamiento consideró que la falta cometida era un hecho aislado y le permitió reincorporarse a su puesto de trabajo sin pasar por una lista de espera como se hace habitualmente”, dijo el Síndic en confirmación de lo publicado por E-Notícies.
Los funcionarios ya hablaron de la “diosa Fortuna”
Por el momento, el caso de Núria y las posibles irregularidades de la administración están en manos de la justicia y de la policía.
Lo preocupante en cualquier caso es que las prisiones parecen continuar en una dinámica de inseguridad que no despeja la duda de que se pueda repetir algún episodio parecido al de Núria.
De hecho, en uno de los últimos casos de violencia en la prisión Mas d’Enric, y que involucró la agresión con un bate a uno de los trabajadores, el sindicato CSIF habló directamente de la “diosa Fortuna” como responsable de haber evitado un nuevo drama.
Definitivamente, el próximo consejero de Justicia tendrá una de las carteras más inciertas. Si el tripartito sale adelante, es de esperar que Salvador Illa tendrá este asunto como una prioridad.
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