La Generalitat cometió varios errores que beneficiaron al asesino de Mas d'Enric

Hace unas semanas, en E-Notícies publicamos una información sobre las posibles irregularidades que habría cometido la Generalitat respecto al asesino de Núria, la cocinera de Mas d'Enric asesinada a manos de un recluso.

Ahora, la Síndica de Greuges confirma que el Departament de Justícia cometió varios errores a la hora de tratar al interno que acabó con la vida de Núria. De este modo, el órgano que vela por el buen funcionamiento de las administraciones respalda el posicionamiento de los trabajadores de los centros penitenciarios catalanes. Un posicionamiento que señala claramente a Gemma Ubasart, a su número 2 Amand Calderó y a la estructura de la Consejería de Justicia.

La Síndica de Greuges confirma lo que publicó E-Notícies en su día. Alerta que la Consejería comandada por Gemma Ubasart -que sigue negándose a dimitir- tuvo una "actitud laxa" respecto al regreso a las cocinas del asesino de Núria.

Recordemos que el autor de los hechos ya trabajaba en la cocina de Mas d'Enric, pero fue apartado de ella tras agredir a otro compañero medio año antes de cometer el asesinato de Núria. Sin embargo, fue readmitido poco tiempo después a pesar de que no se siguieron los protocolos necesarios (por ejemplo, no fue reavaluado en RisCanvi, que es un control que se tiene sobre los internos que determina el riesgo de cometer agresiones contra otros internos o trabajadores).

"El autor de la muerte de la cocinera tenía pendiente cumplir una sanción disciplinaria por un puñetazo que propinó a un compañero de módulo", destaca la Síndica. Una sanción que "consistía en once días de aislamiento".

Los errores de la Generalitat (en este caso de la Consejería liderada por Gemma Ubasart) siguieron tras no sancionar debidamente al agresivo recluso. "La agresión supuso inicialmente la extinción laboral del interno en la cocina del centro, pero la Junta de Tratamiento consideró que la falta cometida era un hecho aislado y le permitió reincorporarse a su puesto de trabajo sin pasar por una lista de espera como se hace habitualmente", denuncia. Es decir, la Síndica confirma lo que publicamos en E-Notícies hace unas semanas: hubo irregularidades en el regreso del asesino a las cocinas de Mas d'Enric.

El rapapolvo de la Síndica a la Generalitat no termina aquí. "Su perfil[el del asesino]y su falta de voluntad para adherirse a los tratamientos propuestos relacionados con el delito cometido anteriormente (había sido condenado por haber matado a otra mujer) deberían haber puesto en alerta a la administración", explica.

Además, asegura que el Departament de Gemma Ubasart "debería haber emprendido acciones para minimizar los riesgos dentro del centro". Siendo España "uno de los países europeos con la tasa de homicidios más baja, un condenado como el de Mas d'Enric debería tener una atención y seguimiento especial, sobre todo si ha renunciado al tratamiento", especifica la Síndica. Algo que, dada toda la información disponible, es evidente que la Consejería no hizo.

Para finalizar, la Síndica deja claro que "cuando se hace la valoración para que un interno acceda a un puesto de trabajo[en la cárcel], la administración debería tener en cuenta todas las variables que tienen que ver con la evolución del tratamiento, el delito por el que cumple condena, los resultados de RisCanvi y los incidentes violentos que haya protagonizado". Este órgano también deja claro que, aunque "no se podía saber que el interno cometería un nuevo delito", hubo claros fallos por parte de la dirección de Mas d'Enric y de la Consejería de Justicia.

Los trabajadores estallan de nuevo contra Gemma Ubasart

Mientras, los trabajadores de los centros penitenciaron siguen presionando para que Gemma Ubasart dimita. A pesar de las cada vez más evidentes irregularidades que hubo en la Consejería que ella dirige, Ubasart sigue sin dimitir. Es algo que los funcionarios de prisiones no entienden. Sobre todo, tras el último lío interno en Esquerra. 

Y es que Sergi Sabrià dimitió hace unos días por la polémica de la campaña difamatoria contra Ernest Maragall. El viceconsejero de la Generalitat dejó su cargo tras verse involucrado en la trama sobre los carteles que vinculaban a Maragall con el Alzheimer. Y, claro, los trabajadores de prisiones se preguntan cómo puede ser que un miembro del Govern dimita "por unos carteles de muy mal gusto", pero en cambio Gemma Ubasart siga en su puesto "por el asesinado de Núria".