Los menas podrán quedarse en España al cumplir los 18 si reciben ayudas públicas
Una sentencia del Tribunal Supremo establece que los ingresos provenientes de ayudas públicas podrán servir para renovar el permiso de residencia
Un problema administrativo con los menores extranjeros no acompañados es el momento de cumplir la mayoría de edad. A partir de los 18 años ya no son menores y dejan de ser responsabilidad del Estado. El vacío legal está en que, para conseguir la residencia, tienen que acreditar unos ingresos mínimos que muchos no tienen. Sobre esto, el Tribunal Supremo acaba de hacer jurisprudencia.
La decisión del Supremo
En esencia, lo que ha dicho el alto tribunal es que se pueden considerar ingresos las ayudas públicas como el ingreso mínimo vital o lo que reciben desde alguna ONG o desde las administraciones. Así lo explica El Confidencial Digital, que ha tenido acceso a los informes y datos jurídicos.
Esto viene después de que el Tribunal Supremo anulase una sentencia del Juzgado de Bilbao. En ella, se le negaba el permiso de residencia a un joven nigeriano de 18 años que no contaba con ingresos propios más allá de una ayuda de la Diputación Foral de Bizkaia. El Supremo considera que esta ayuda sí cuenta como manera de garantizar su propia subsistencia.
La decisión del Supremo va en contra del Juzgado de Bilbao, del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y de la Abogacía del Estado. Pero, dada la jerarquía del sistema de justicia, la decisión del TS sienta jurisprudencia que a partir de ahora se podrá alegar en procesos similares.
Menas en Cataluña
El asunto de los menas ha sido un tema protagonista durante estos meses. Empezando por su llegada, que en 2023 se disparó un 117%. Es uno de los efectos derivados del aumento de la presión migratoria, que en 2023 fue de récord y que en 2024 todo apunta a que también lo será.
De hecho, en Cataluña hay un problema asistencial con los menores no acompañados. Hasta el punto de que se vivieron situaciones de menas durmiendo en comisaría a la espera de su acogida por parte de los servicios sociales. Tal y como informaron desde el Departamento de Asuntos Sociales, solo en enero se tuvieron que habilitar 10 centros de acogida, algunos de ellos pisos tutelados por profesionales.
Uno de los problemas derivados de esta presión asistencial es que no se pueden absorber e integrar a todos estos menores. Esto conduce a que muchos de ellos acaben en la delincuencia urbana. Según informaron fuentes penitenciarias de Cataluña a E-Notícies, los ex-menas son los que causan más problemas de convivencia en las prisiones. Así mismo, según los datos del Departamento de Justicia hay una sobrerrepresentación de población extranjera entre los reclusos más jóvenes y que alcanza cotas del 72%.
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