El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, asiste a la inauguración de la exposición fotográfica 'Ella-Chipre en femenino', en el Círculo de Bellas Artes, a 7 de noviembre de 2023, en Madrid

POLÍTICA

El Gobierno no logra devolver ni el 5% de los inmigrantes ilegales que entran a España

El Gobierno empieza el 2024 con la bomba de la política migratoria: llegadas históricas de irregulares e incapacidad para deportar

La política migratoria del gobierno no da resultados y las concesiones estratégicas a Marruecos ya están hechas. El dato clave son las deportaciones: se quedan en el 5%. El 2024 servirá para comprobar si la Unión Europea y los Estados miembros consiguen ejecutar el giro histórico en política migratoria.

Fracasa la estrategia migratoria de Sánchez

En 2022, el gobierno de Sánchez hizo una apuesta: cambiar su estrategia con Marruecos para, así, controlar la inmigración. Algo que, al margen de su ejecución, está presente en la agenda de cualquier gobierno europeo. Les basta echar un ojo a sus vecinos para ver que la inmigración es un elemento electoral de primer orden.

La maniobra de Sánchez - Marlaska y Albares mediante - fue controlar el origen para, después, reprocharle a la derecha que jueguen al alarmismo. Pero a tenor de los datos, no les ha salido bien. España es ya el segundo país con la tasa de inmigración ilegal más alta: de Marruecos siguen llegando y ahora también de Senegal y Gambia.

Uno de los cayucos que ha llegado al puerto de La Restinga, a 23 de octubre de 2023, en El Hierro, Santa Cruz de Tenerife, Tenerife, Canarias (España)

El dato paralelo es de las deportaciones de irregulares: otro fracaso que se concreta en un 5%. Las deportaciones han sido el gran giro de la Comisión Europea en política de inmigración y seguridad. El objetivo de fondo es no regalarle el caladero de votos de la inmigración a la derecha identitaria y, por lo tanto, euroescéptica.

El fracaso de las devoluciones

Macron, por ejemplo, baila en una baldosa para apuntarse el tanto de su nueva ley de inmigración mientras Le Pen hace lo mismo. En Suecia, el primer ministro ha llegado a establecer deportaciones en función del “estilo de vida”. En Alemania, el canciller Olaf Scholz llegó a decir que “al final tendremos que hacer deportaciones a gran escala”.

En España, los malos datos de las llegadas y, sobre todo, de las devoluciones se le pueden girar en contra al PSOE. Las cuestiones diplomáticas con Marruecos (y en general con cualquier Estado) es algo que no llega al radar del votante. Lo que le llega es la percepción de inseguridad, algo que, con el fracaso de su estrategia, el PSOE tendrá que afrontar.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante la Solemne Sesión de Apertura de las Cortes Generales de la XV Legislatura, en el Congreso de los Diputados, a 29 de noviembre de 2023, en Madrid

Según los datos policiales, el 40% de los que llegan lo siguen haciendo desde Marruecos. Así, los marroquíes son la principal nacionalidad entre los irregulares. Por otra parte, Marruecos solo acepta devoluciones de manera anecdótica: Argelia y Senegal prácticamente no aceptan.