La lucha por el reparto de los 'menas' ya ha empezado y eso afectará a Cataluña
Con el 'sí' del PP, saldrá adelante el reparto de los menores y ni Junts ni ERC están por la labor de asumir más ‘menas’
Ayer era noticia que el PP y Vox abrían un nuevo frente de conflicto político. Después de varios días con la incógnita de qué iba a hacer el PP con el reparto de menas, Feijóo la resolvió ayer.
En una visita al Parlament de Catalunya, el líder popular declaró que las comunidades autónomas presididas por el PP iban a aceptar el reparto de menores acordado entre el Gobierno y las Islas Canarias.
“Las comunidades autónomas[del PP]pondrán a disposición del Gobierno central, que no tiene política migratoria, su capacidad para atender a los menores”, explicó Feijóo en rueda de prensa.
Estas declaraciones tuvieron como reacción las del líder de Vox, Santiago Abascal, que ya avisó de que los gobiernos en los que está Vox se negarían al reparto de menas.
En una dura comparecencia de prensa, Abascal envió un mensaje directo a Núñez Feijóo. “Se considerarán rotos todos los gobiernos regionales que no utilicen todos los medios políticos y legales para evitar la distribución de menas por toda España”, dijo Abascal.
De entrada, parecería que esto es solo una lucha de poder y de relato entre las dos formaciones conservadoras. Pero la cronología de los acontecimientos y el anuncio del PP indican que esta decisión irá más allá. Sin ir más lejos, tendrá serios efectos en Cataluña.
Cataluña se negaba al reparto
La sucesión de los hechos nos permitirá entender por qué la decisión de Feijóo es importante para Cataluña. El origen está en la presión migratoria sobre Canarias, que llevó al gobierno de la región a mandar un S.O.S al Gobierno central. La respuesta de Sánchez fue pactar con el gobierno canario una reforma de la Ley de Extranjería y un reparto urgente de los inmigrantes y de los menas.
Esto fue el detonante de las tensiones con muchas comunidades autónomas. Sobre todo con Cataluña, que tiene un evidente problema asistencial con los menores no acompañados.
Además de un coste de más de 100 millones de euros y que financia íntegramente la Generalitat, las capacidades asistenciales de Cataluña han llegado al límite. Al margen, claro, de la tensión social, que después tiene una traducción electoral.
Esto explica que tanto Junts como ERC hayan avisado de que ellos se iban a oponer al nuevo reparto. El argumento que plantean es que Cataluña ya ha sido muy solidaria. Junts se niega directamente a acoger más menas y ERC, en cambio, viene a decir que estarían de acuerdo si el Estado financiara el coste que supone.
“Si el Estado no puede garantizar que sean atendidos en su país de origen, y somos las CCAA las que asumimos los costes, el Estado debe participar en esa financiación”, dijo la semana pasada el consejero Campuzano. Así mismo, escribió en La Vanguardia que ERC apoyará el nuevo reparto solo si viene acompañado de “un sistema concreto de financiación” para Cataluña.
Un problema para Pedro Sánchez
¿Pero cuál fue la única exigencia del PP para apoyar el reparto que ofreció el PSOE? Que no hubiera excepciones. Es decir, que Cataluña entrara el reparto como cualquier otra comunidad autónoma y sin privilegios. A partir de aquí, empiezan las dudas.
Hay dos posibilidades: o bien el PP cederá de alguna manera y asumirá junto al PSOE los menas que le tocarían a Cataluña o bien Pedro Sánchez impondrá el reparto a sus socios de Junts y ERC. Por el momento, destaca el silencio en la prensa y la política catalanas.
Como ya se ha dicho, la postura de Junts es maximalista y la ERC se reduce a pedir más financiación. En cualquier caso, habrá que esperar hasta la próxima Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia para ver qué postura toman los partidos catalanes y, más aún, para ver cómo arregla Pedro Sánchez está situación.
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