Montaje de una imagen de Carles Puigdemont con el logo roto de Junts per Catalunya
POLÍTICA

Junts se acerca a la escisión: expulsada la diputada Cristina Casol

La batalla dentro del partido de Carles Puigdemont vive un nuevo capítulo con la decisión de la ejecutiva de expulsar a la diputada próxima a Laura Borràs. El movimiento puede tener consecuencias imprevisibles para los juntaires


Desde hace tiempo, Junts per Catalunya vive una especie de guerra fría entre sus dos principales sectores. Una guerra que hoy ha subido aún más de tono con la decisión de la ejecutiva del partido de Carles Puigdemont de expulsar a la diputada Cristina Casol.

Cristina Casol ha sido apartada del grupo parlamentario de Junts tras denunciar “acoso por razón de género” dentro de su propio partido. Una denuncia que no prosperó porque una investigación independiente concluyó que no se podían probar los hechos. Sin embargo, esta cuestión ha sido la chispa que ha provocado un incendio que puede ser decisivo para el futuro de la formación. Y es que nunca se ha descartado que toda esta guerra acabe en una escisión.

Cristina Casol forma parte del núcleo próximo a Laura Borràs. Con su inhabilitación tras ser condenada por corrupción, la presidenta del partido se ha ido quedando sola y el sector ‘borrasista’ tiene cada vez menos peso dentro de Junts. Mantiene a un grupo de fieles como Jaume Alonso Cuevillas, Francesc de Dalmases o Aurora Madaula (esta última, vicepresidenta del Parlament, se encuentra de baja tras haber denunciado, también, “violencia silenciosa” por parte de compañeros).

Primer plano de la diputada Cristina Casol

En el otro lado hay la cúpula del partido capitaneada por Jordi Turull, Albert Batet o, aunque nunca se ha querido mojar públicamente, Carles Puigdemont. Este sector, que se ha apoderado de Junts, ha redoblado sus ataques a los díscolos que forman parte del ‘borrasismo’. Y aún más cuando no se ha podido probar el supuesto abuso sufrido por Casol. Hoy, la guerra ha vivido uno de los capítulos más tensos de esta dura batalla que enfrenta a los dos sectores.

Reproches y amenazas

Varios medios señalan que la reunión de este lunes de la ejecutiva ha sido de todo menos agradable. Los dos sectores se han lanzado reproches constantes y amenazas. De hecho, Laura Borràs habría amenazado a la dirección de Junts que la decisión de expulsar a Casol tendría consecuencias. La propia Cristina Casol se ha reafirmado en sus acusaciones de acoso y ha advertido que pondrá el caso en manos de sus abogados. Mientras, Aurora Madaula, que ha participado en el encuentro vía telemática, ha hablado de “caza de brujas” y de actitudes “inquisitoriales” de la cúpula del partido. 

Montaje con un plano medio corto de Aurora Madaula hablando en la tribuna del Parlament y otro plano medio corto de Laura Borràs con la boca ligeramente abierta

¿Qué pasará ahora con Junts?

Aunque 26 de los 32 diputados juntaires pidieron a Cristina Casol que dejase su acta de diputada, ella se ha negado a hacerlo. Esto quiere decir que, si no hay ningún tipo de acuerdo, pasaría a ser diputada no adscrita y Junts pasaría a tener 31 diputados. Sin embargo, más allá de perder un escaño, la formación de Carles Puigdemont se encuentra ante el peligro de una escisión que podría romper el partido.

Porque la posibilidad de que la presidenta y sus acólitos decidan irse está sobre la mesa. Y esto puede significar un problema para la cúpula juntaire. Porque, aunque el sector de Laura Borràs tiene cada vez menos peso orgánico dentro del partido, sí que cuentan con un apoyo destacado de las bases. La patata caliente que tienen sobre la mesa Jordi Turull y Carles Puigdemont no es fácil de gestionar. Y Laura Borràs ya les ha amenazado, augurando que la decisión tendrá consecuencias.

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