Una diputada de Junts denuncia a su propio partido por acoso

Continúan los casos de presuntos abusos de género dentro de Junts. Ahora, se descubre un nuevo caso: el de Cristina Casol, que está llevando una empresa externa. De esta manera, a los casos previos de Madaula y Chacón se le suma un tercero.

Casos Madaula y Chachón

Con este, ya son tres los casos de abusos sexuales o de género que Junts tiene en marcha. El último en saberse era el de María Chachón, exconsejera por Ciutat Vella, que denunció a su compañero Àlex Román. Según las declaraciones de la víctima ante la justicia, la situación fue ciertamente sórdida.

Chacón asegura que después de una reunión del Consell de la República ella y el presunto agresor acudieron a un “cine a la fresca”. Allí, Chachón ya advirtió el tono agresivo y ebrio de Román, que presuntamente acosó a una camarera. Después, Chachón se habría llevado a Román a un banco para atajar la situación y una vez allí le habría agredido sexualmente.

Dentro del sector de Laura Borràs, parece ser que el partido le pidió a Chachón que archivara la denuncia. Algo que no hizo: el pasado 21 de diciembre Román compareció ante la justicia. Este caso se unió a otro previo: el de la diputada de Junts, Aurora Madaula, que denunció haber sido víctima de “violencia silenciosa”. Se refería al menosprecio que, según ella, habría recibido de sus compañeros por sus palabras sobre el aborto en Andorra.

Uno nuevo: Cristina Casol

Ambos casos fueron tapados por la fontanería interna de Junts. La presidenta del Parlament, Anna Erra, pidió a Madaula que abandonase la mesa por “falta de confianza”. Por esto, dentro de Junts esta situación se percibe como otra cara de la lucha con el sector de Laura Borràs.

Ahora hemos podido saber de un nuevo caso: se trata de Cristina Casol, que habría denunciado incluso antes que Auroda Madaula. Según informa el ARA, Casol, también del sector Borràs, interpuso una denuncia ante la Oficina de Igualdad del Parlament por presunto acoso por razón de género. La denuncia está en trámite y de ella se encarga una empresa externa, Intress.

La denuncia se dirige hacia varias personas de la dirección del partido, cuyos nombres no han trascendido. Por ahora, el partido y el Parlament ganan tiempo hablando de que esto es un tema “confidencial”. Hasta que trasciendan novedades, planea la duda de si se trata de abusos reales o de luchas de partido.