Junts y el PSC se unen al cordón de la izquierda contra Sílvia Orriols

El veto a Sílvia Orriols será absoluto. PSC y Junts se han sumado al cordón previo que ya habían organizado la CUP, ERC y los Comuns. De esta manera, se descarta una eventual mayoría independentista de Puigdemont que dependiera de Aliança Catalana.

El cordón ya es más largo

Hace dos semanas, los Comuns, ERC y la CUP anunciaron que habían firmado un “acuerdo antifascista” para no pactar ni con AC ni con Vox. Las formaciones de izquierdas usaron este pacto como una herramienta de presión electoral contra el PSC y Junts. En última instancia, es una estrategia de los republicanos para concentrar el voto del miedo en ellos.

Esta presión parece que ha surtido efecto y Junts y el PSC ya se han unido a este cordón sanitario. Se trata de un pacto surgido de la Unidad contra el Fascismo y el Racismo (UCFR), un grupo que ya ha protagonizado varios escraches contra AC o S’ha Acabat. “El pacto que se firmará dice lo que es una obviedad: que Aliança Catalana es extrema derecha”, ha explicado un portavoz de UCFR, David Karvala.

¿Qué dice este pacto?

El documento es explícito y los firmantes se comprometen a no aceptar “ni por acción ni por omisión” los votos de Aliança Catalana o de Vox.

Se trata de un veto absoluto que abarca todas las instancias políticas y gubernamentales. Desde la presencia de estos partidos en la Mesa del Parlament hasta en las comisiones parlamentarias. “No subscribiremos ninguna iniciativa parlamentaria conjunta con estas formaciones y evitaremos que prosperen sus iniciativas”, señala el documento.

Así mismo, se constituirá una comisión de partidos para vigilar el cumplimiento de este acuerdo y que estará bajo la supervisión de la UCFR.

Lo más destacado de este pacto es que se ha impuesto la línea progresista del procés sobre la línea conservadora. Lo determinante del caso no es que el PSC se haya sumado al acuerdo o que los firmantes se hayan reafirmado en el veto a Vox, sino que Junts haya asumido el veto a Aliança Catalana. Quedan entonces dos posibilidades: sociovergencia o tripartito.