Por qué ERC ha decidido que su rival es Sílvia Orriols y Aliança Catalana

Con algunos años de retraso, a Cataluña acaba de llegar la situación de un partido identitario que remueve el tablero político.

Hasta la fecha, Junts y ERC podían hacer piña contra Vox por tratarse de formaciones políticas con objetivos nacionales opuestos. Pero, con Aliança Catalana, ya no es posible esta estrategia porque al fin y al cabo se mueven en el mismo espectro independentista. Esto es lo que explica las reacciones de los dos grandes partidos indepes, que son calcadas a las que ya han sucedido en Francia, España y otros muchos países europeos.

Por un lado, Junts - el establishment conservador - se encuentra con un problema pragmático en la medida en que Aliança Catalana les roba votos. Por otro lado, ERC - el establishment progresista - agita el miedo y los cordones sanitarios con un doble objetivo: capitalizar electoralmente el miedo en ellos y molestar todo lo posible a Junts con su cercanía a la extrema derecha.

El problema es que esto no está exento de paradoja, concretamente, de la paradoja de visibilizar invisibilizando, que es lo que hace ERC con un partido extraparlamentario como Aliança Catalana. Algo que, a su vez, lleva a los medios del establishment a replicar esta paradoja. Lo que acaba de ocurrir con la diputada Najat Driouech es un buen (y otro) ejemplo.

La necesidad de promocionar a Orriols

“ERC ridiculiza a Aliança Catalana con un vídeo de la Najat Driouech contra el racismo”. Así titulaban algunos medios catalanes una de las últimas jugadas comunicativas de los republicanos.

En un vídeo publicado en redes, la diputada Driouech emulaba un vídeo electoral que parecía de Aliança Catalana y que, de hecho, algunos simpatizantes de AC han compartido. Al final, pero, se desvelaba que la voz en off era la de Driouech. “Estáis cargados de prejuicios y racismo”, dice a modo de conclusión.

Más allá de la anécdota y del ingenio comunicativo, esto revela hasta qué punto ERC lo ha fiado casi todo al contraste agónico con Aliança Catalana. Y es que, a menos de una semana de las elecciones, los republicanos concentran sus fuerzas en organizar esta clase de maniobras comunicativas.

En este sentido, el acuerdo “antifascista” que firmaron ERC, los Comuns y la CUP no fue ni mucho menos una jugada inocente por parte de ERC. Los republicanos aspiran a erosionar todo lo posible a sus dos principales fugas de votos, que son precisamente los Comuns y la CUP.Al margen, claro, de reprocharle a Junts - y al PSC cuando convenga - que no se han comprometido con la lucha “antifascista”.

Para ERC, en resumen, promocionar a Orriols es la manera de sacar todo el rendimiento posible a su estrategia electoral, que no es otra que concentrar el miedo del espectro progresista y reforzar todo lo que moleste a Junts. La partitocracia nunca da puntada sin hilo.