Montaje fotográfico con el cubo de TV3 y Sílvia Orriols en primer plano

POLÍTICA

TV3 cataloga de fascista a Aliança Catalana y la gente dice basta

La televisión pública continúa con su labor de banalizar el fascismo y los usuarios en redes vuelven a criticarlo

A nadie se le escapa que la lucha entre partidos tiende a la caricatura. De un lado y del otro. Y, cuando se trata de partidos de derecha identitaria, la caricatura ya la conoce todo el mundo: fascismo y extrema derecha.

En esto, los medios de comunicación afines al poder establecido tienen una función esencial. Son los altavoces y propagadores de la caricatura. Junto a la inestimable colaboración de toda clase de agrupaciones que también se erigen en muro de la extrema derecha. Lo que sucedió en la UPF impidiendo la participación de Vox en un debate es uno de tantos ejemplos.

TV3, el altavoz del antifascismo interesado

Pero ahora, en Cataluña, a quien le va a tocar la demonización es a Aliança Catalana. Sobre todo, por parte de los partidos del establishment procesista. Esto significa hablar también de TV3, la televisión pública probablemente más partidista de toda España.

Oscilando entre la información y la propaganda, el 324 anuncia lo que solo puede ser un acuerdo electoralista. Se trata de un “acuerdo antifascista” de ERC, Comuns y CUP, que “no pactaran ni con Vox ni con Aliança Catalana”.

Captura de pantalla de un tweet de 324 publicado el 25 de abril de 2024

Al fin y al cabo, no es más que una herramienta de movilización de los partidos progresistas. Es una estrategia muy habitual y que acaba de llegar a Cataluña con la irrupción de Aliança Catalana. Es decir, con un partido de derecha identitaria ante el cual el nacionalismo catalán no puede desentenderse como sí hacía con Vox al considerarlo un partido "españolista".

Banalizar el fascismo

El 324 se hace eco de un documento firmado por los tres partidos y que lleva por título “Declaración contra el racismo y la extrema derecha de las candidaturas a las elecciones del 12 de mayo de 2024”. Las razones para este acuerdo son las de siempre: existe una “urgencia” para plantar cara a la extrema derecha, “no tiene sentido intentar debatir con ellos”, hay que “dejar fuera a los ultras del Parlament”, etc.

Y si esta es una dinámica habitual, también lo es el desprecio en redes, que es algo que los medios no pueden controlar. La noticia del 324 ya alcanza los centenares de respuestas y, otra vez, la absoluta mayoría son negativas.

“Da auténtica vergüenza ver a un medio público, que pagamos entre todos, banalizar una palabra tan grave como es fascismo”, “Cuando el antifascismo se convierte en fascismo”, “Un acuerdo que es absolutamente irrelevante”. Con estas y otras expresiones similares han reaccionado los usuarios.

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