A Junqueras le crecen los enanos

El desastre electoral del pasado 28 de mayo ha abierto una herida en el independentismo, sobre todo, en Esquerra. El partido de Oriol Junqueras fue el gran perdedor del pasado domingo. Sumaron 300.000 votos menos que en las anteriores elecciones municipales, fueron la tercera fuerza en Cataluña por detrás de PSC y Junts y perdieron un total de 219 concejales.

Y todo esto, con Barcelona como principal debacle. En la capital catalana perdieron la mitad de escaños tras haber ganado los anteriores comicios. De hecho, la estrategia a seguir en Barcelonaya está generando tensiones en el partido independentista.

Pero parece que lo peor para los republicanos aún está por llegar. Las primeras encuestas le auguran otro batacazo para las elecciones generales. Unas elecciones generales que, según el resultado, dejarán aún más debilitado un Govern que, por ahora, se niega a adelantar las elecciones en Cataluña.

Si el panorama no fuera suficientemente desolador, ahora han aparecido varias voces críticas con la dirección del partido. Oriol Junqueras está recibiendo duros ataques. Y no precisamente de gente poco relevante.

Alfred Bosch, que encabezó la lista por Barcelona en 2014 (consiguió 5 concejales) y fue Conseller de Acción Exterior en el gobierno de Quim Torra, no se ha callado. “Hoy, poca gente ve a Junqueras y ERC como víctimas de una injusticia”, “el papel de ERC ha sido un desastre” o “los complejos de sectores de ERC” son algunas de las frases lapidarias que ha escrito en su blog. Señala, así, claramente a la dirección de su partido.

Pero esta no ha sido la única crítica destacada que ha recibido Junqueras por parte de gente de ERC. El exdiputado y senador Miguel Àngel Estradé considera lamentable ganar “un concejal más en Santa Coloma” a cambio de perder decenas de ellos en municipios como “Balaguer, Montblanc, Lleida o Barcelona”. Y comenta irónicamente que “podemos estar contentos porque nosotros trabajamos para la ‘Cataluña entera’”, haciendo así referencia a la estrategia de la cúpula de ERC.

A Oriol Junqueras le crecen los enanos. Y es que, aparte de gestionar la caída de su partido, también tiene que lidiar con las voces internas que critican la dirección que está tomando la formación independentista.