Montaje con un primer plano de Marc Buch hablado delante de unos micrófonos y otro primer plano de Joan Ignasi Elena con cara de pocos amigos tocándose la corbata
POLÍTICA

Interior propone ahora medidas para frenar la delincuencia reincidente en Calella

Después de que Joan Ignasi Elena culpase hace unos días a la 'extrema derecha' del aumento de la percepción de inseguridad, el Govern se pone manos a la obra para intentar controlar la situación insostenible que vive esta localidad del Maresme


Los lectores de E-Notícies recordarán la noticia de esta semana en la que Joan Ignasi Elena culpaba a la "extrema derecha" del aumento de la percepción de inseguridad. El conseller de Interior afirmaba que "Cataluña es un lugar seguro a pesar de la extrema derecha", focalizaba su discurso en la percepción de inseguridad y pasaba de puntillas a la hora de abordar el aumento de los hechos delictivos. Un aumento que el establishment ya no puede tapar porque los datos oficiales así lo demuestran.

Como ya pasó con Manresa, las palabras de Joan Ignasi Elena dicen una cosa, y los hechos, otra. Respecto a la capital del Bages, el responsable político del Departament d'Interior afirmó que no había ningún problema de inseguridad. Y al cabo de unas semanas, presentaba un plan de choque para reforzar la presencia policial en las calles de la ciudad. Ahora, ha vuelto a pasar lo mismo, pero con el problema que tiene Calella entre manos.

El alcalde de esta localidad del Maresme, Marc Buch, denunció en sus redes sociales y ante E-Notícies la situación insostenible que está viviendo la ciudad. Explicaba que un grupo de once inmigrantes acumula más de 260 detenciones, causando el caos y el miedo en las calles de Calella. Buch pedía más presencia policial en su población, además de reformar el Código Penal para poder castigar con dureza a estos delincuentes reincidentes. Incluso propuso la idea de poder expulsarlos para acabar con la impunidad de la que gozan estos sujetos.

Primer plano de Joan Ignasi Elena dando una rueda de prensa

Otra de las denuncias de Marc Buch fue la poca atención que recibía por parte del Departament d'Interior. Y puso de ejemplo que Joan Ignasi Elena no se presentó a una reunión que tenían agendada para finales de noviembre para, precisamente, abordar el problema de estos delincuentes reincidentes. La respuesta pública del conseller fue hacer un artículo de opinión en La Vanguardia criticando a aquellos que señalan el aumento de delincuencia que sufre Cataluña. Y decía que este problema merecía una respuesta "más social que policial".

Ahora, dos días después de esas palabras, el Govern ha anunciado medidas para intentar frenar la delincuencia reincidente en Calella, accediendo así a algunas de las peticiones del alcalde. Concretamente, se reforzará la presencia policial en el Maresme, una vez los 850 nuevos agentes que están cursando su formación obtengan el título. Eso sí, Interior ha evitado especificar la cifra de nuevos policías que destinará a la zona.

Además, Joan Ignasi Elena se reunirá con los alcaldes del Maresme que llevan meses pidiendo medidas para controlar la inseguridad que se vive en algunos de sus municipios. Este encuentro tendrá lugar pasadas las fiestas, pero antes, ya habrá una reunión entre Marc Buch, alcalde de Calella, y el director general de la policía catalana, Pere Ferrer.

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