La interesante reflexión de Marc Buch: 'Hay una percepción peor que la inseguridad...'

Si en el futuro Junts decide pegar un verdadero cambio de rumbo con el problema de la inseguridad, el alcalde juntaire de Callela, Marc Buch, podrá decir que él llegó primero.

De hecho, el debate de la inseguridad explotó a raíz de la situación del Maresme y de la llamada de socorro de los alcaldes de la región. En particular, de Marc Buch, que denunció con claridad el problema que tenían con la multirreincidencia.

Desde entonces, el alcalde Buch se ha expresado con contundencia sobre esta cuestión.  "Exijo la aplicación de medidas, incluida la expulsión", "máxima contundencia", "si han venido a hacer de la delincuencia su sistema de vida, lo que tienen que hacer es marcharse de nuestra casa". Estas son algunas de las declaraciones del alcalde durante los últimos meses.

Como era de esperar, en un primer momento, el alcalde Buch fue muy criticado, y en el mejor de los casos, fue olvidado por su partido. Ahora, en cambio, el relato empieza a cambiar de bando y ya no es tabú reclamar obviedades, como la expulsión de personas multirreincidentes. Incluso el PSC ha tomado buena nota de la cuestión.

La reflexión de Buch

En un mensaje que se hizo viral, el alcalde Buch se refirió esta semana a uno de los asuntos que han sido más socorridos para la izquierda: “percepción”. En este sentido, todos recordarán al exconsejero de Interior, Joan Ignasi Elena, diciendo que era un problema de percepciones alentadas por bulos de la extrema derecha.

Pero el alcalde Buch tiene otra opinión. Según dijo en su mensaje publicado en X, “hay una percepción peor que la de falta de seguridad de los ciudadanos, y es la percepción de impunidad de los multirreincidentes. Esto no se arregla solo con más policía”:

Ciertamente, si alguien se puede sentir impune, ese es un multirreincidente. En el caso de un criminal, puede resultar hasta cómica la idea de delinquir treinta o cuarenta veces y no entrar en prisión. Hace poco, otro alcalde, el de Lérida, Fèlix Larrosa (PSC), ponía el grito en el cielo ante el hecho de que su policía municipal había detenido 43 veces a la misma persona.

De la misma manera, ocurre que un criminal debe acumular delitos muy graves para ser expulsado. El último ejemplo se sitúa en Tarragona, con 13 personas deportadas y que acumulaban 76 delitos, como secuestro, agresión sexual, robo con fuerza o colaboración con el terrorismo.