La Generalitat reparte 3 millones de euros entre medios digitales procesistas

Poco después de que La Vanguardia abandonara X, era noticia que el Govern había dado a la cabecera estrella de Godó una subvención por valor de medio millón de euros. En esa ocasión, la subvención se justificó con un proyecto de nombre Nuevos contenidos de «vanguardia» en un entorno seguro.

Pero además de las subvenciones por proyectos, también están las subvenciones estructurales, entre otras. La cuestión es separar por categorías la financiación pública para que sea más fácil justificar su existencia y sus destinatarios. Y con respecto a las subvenciones estructurales, este año la Generalitat ha puesto 2,9 millones de euros.

Una condición para acceder a estas ayudas es difundir la totalidad de los contenidos en catalán o en aranés. De facto, esto se convierte en una subvención destinada casi en exclusiva a los digitales procesistas. Y el reparto del dinero así lo corrobora.

¿Quiénes recibirán las subvenciones?

El medio más agraciado ha sido ElNacional, que se queda con cerca de 205.000 euros. Como decimos, esta es solo una partida dentro de la financiación que recibe el diario que dirige Antich. Si acudimos a los datos del año pasado, que desgranó El Triangle, la situación se hace diáfana.

En 2023, el medio estrella de Junts recibió 654.598 euros en publicidad institucional (otro concepto aparte) y 392.113 que puso el Departamento de Presidencia. Es decir, que este altavoz procesista le cuesta al contribuyente catalán alrededor de poco más de un millón de euros. Pero la factura sube si sumamos las subvenciones al resto de repetidores procesistas.

VilaWeb, que bautizó a Illa como el "presidente nº155", se queda con casi 100.000 euros. Por su parte, la voz de ERC en el ecosistema mediático, Nació, se acerca también a los 100.000 euros. Después tenemos al Ara, que además de casi 80.000 euros, esta temporada también fue agraciada con las filtraciones de la guerra sucia de ERC. Finalmente, llegamos a Segre (64.547), Regió7 (63.771) y ElMón (62.296).

En definitiva, que continúa la retroalimentación entre poder político y poder mediático a través de la financiación pública. En el caso de Cataluña, se trata de un factor fundamental para explicar la existencia de la década procesista, así como la existencia de grandes bolsas de intereses creados.