Mujer hablando en un podio con un texto en catalán que dice "No tenen drets els seus votants?"
POLÍTICA

VÍDEO | Sílvia Orriols estalla contra el cordón sanitario en el Parlament

La líder de AC defiende la legitimidad democrática de todos los partidos que han sido votados por los ciudadanos

Después de su irrupción en el panorama político catalán, Aliança Catalana concentró todas las miradas a propósito del cordón sanitario. Pero no solo la formación de Sílvia Orriols está vetada, también lo está Vox. Y en este sentido ayer asistimos a una imagen llamativa: Sílvia Orriols denunciando que también se le aplique el cordón sanitario a Vox.

Su argumento para defender la legitimidad de Vox es el mismo que usa para defender su propia legitimidad: los ciudadanos les han votado. “¿Vox no les gusta?”, dijo Orriols a los diputados asistentes, “Escuche, a mí tampoco, pero si están en esta cámara es porque alguien les ha votado”. “¿No tienen derecho sus votantes? ¿Solo tienen derecho los otros?”, concluyó la lideresa de AC.

Un hombre con traje oscuro y corbata habla gesticulando con la mano en un entorno de madera decorativa.

Esta intervención venía con motivo de la polémica de la Comisión de Peticiones y Textos Normativos, que en teoría le tocaría presidir a Vox por la distribución proporcional de escaños. Y como ocurrió en la legislatura pasada, el Parlament se ha vuelto a  organizar para hacer triquiñuelas y marginar a Vox. En esta ocasión, por ejemplo, ni se han presentado a la Comisión en cuestión. Un “gesto infantil”, así lo ha calificado la diputada Orriols:

“Yo combato a Vox con discursos, ideas, propuestas y argumentos, ustedes los combaten con juego sucio”, dijo Orriols. Estas palabras recuerdan a las que dijo el líder del PPC, Alejandro Fernández, a propósito precisamente de Orriols. A juicio del líder popular, los cordones sanitarios no tienen sentido y hay que enfrentarse a los adversarios de cara.

¿Cuánto durará el cordón sanitario?

La situación de la política catalana con el cordón sanitario no es novedosa y ya la hemos visto en medio mundo. Lo más habitual es que los vetos políticos sean una maniobra de la izquierda para marginar a algún partido que, después, acaba creciendo más. El ejemplo más claro es el de Le Pen, que su progresiva marginación política le ha llevado a ser la fuerza más votada en las últimas elecciones europeas en Francia.

Y otro tanto se puede decir de Vox en España, al que todas las encuestas lo ponen como pieza indispensable para armar una mayoría con el PP. Y aquí, en Cataluña, el último sondeo del CEO disparaba el crecimiento de AC y nada menos que duplicaba los escaños que ahora tiene. Las elecciones municipales de 2027 serán la próxima gran cita política.

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