El Govern premia a la prensa afín como La Vanguardia con 500.000 euros en subvenciones

La Vanguardia se ha hecho viral estos días, pero no por sus trabajos periodísticos, sino por abandonar la red social X. La cabecera estrella del Grupo Godó justificó su decisión aduciendo que X es la red de la desinformación y los radicalismos políticos. La dirección del medio hizo coincidir esta decisión con el nombramiento de Elon Musk como encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental de los EE.UU. Por lo demás, La Vanguardia sigue poniendo la mano.

Como es público y notorio, la prensa tradicional es un negocio obsoleto que a nivel económico depende de las subvenciones públicas. Este es uno de los motivos por los cuales la prensa es una correa de transmisión del poder. Y si esta situación ha explotado ahora, con la segunda victoria de Trump, se debe a que ha quedado constatado que la prensa ha perdido el poder que tenía.

Y en plena tormenta mediática por esta cuestión, la Generalitat ha anunciado las subvenciones y ayudas públicas a los medios de comunicación. Este es un tema complejo porque las ayudas se dividen en varias categorías para que, entre otras cosas, sean más discretas y fáciles de justificar. En esta ocasión, por ejemplo, La Vanguardia va a recibir medio millón de euros para un único proyecto: Nuevos contenidos de «vanguardia» en un entorno seguro.

Aspersor de dinero

En total, el poder político ha destinado 3,8 millones de euros para financiar proyectos de esta clase. Como es habitual, la cabecera del Conde de Godó es la más beneficiada por las subvenciones. Después, se encuentran el Ara (490.000), El Periódico (390.000), ElNacional (300.000), Abacus (220.000), Edicions de Premsa Local (220.000), Hermes (220.000) y Time Out (140.000).

En un sentido muy similar se mueven las subvenciones por proyectos a las emisoras y radios en catalán. En este caso, la cifra total alcanza los 1,8 millones de euros. Nuevamente, el conde de Godó está de enhorabuena porque su radio estrella, RAC1, ha sido la más agraciada por la financiación pública.

Pero es que, junto a las subvenciones por proyectos en catalán, también se encuentran las subvenciones “estructurales” para los medios en catalán. Esta categoría sube bastante la apuesta y llega hasta los 8,5 millones de euros. Es decir, que este año las plumas y las voces del sistema mediático catalán en total le cuestan al contribuyente 13 millones de euros.