Los funcionarios de prisiones ponen a Gemma Ubasart contra las cuerdas
La crisis desatada tras el asesinato de una cocinera por parte de un reo se ha agravado y la consellera de Justícia está cada vez más acorralada
El buenismo imperante en Cataluña, también en las prisiones, se cobró la vida la semana pasada de la cocinera de la cárcel de Mas d'Enric, en Tarragona. ¿Cómo puede ser que un preso, condenado por degollar a una mujer, trabajase en las cocinas del centro teniendo acceso a los cuchillos? ¿Quién es el responsable de que este preso acuchillara a la cocinera de este centro penitenciario?
Los funcionarios de prisiones lo tienen claro. Gemma Ubasart, consejera de Justicia, y Amand Calderó, su número dos y secretario de Medidas Penales, deben dimitir. Sin embargo, la máxima responsable política de las cárceles catalanas no solamente se niega a hacerlo, sino que tampoco está dispuesta a que su entorno asuma responsabilidades.
Hace unos días, el viceconsejero Sergi Sabrià admitía que "es evidente que fallaron cosas porque[el preso]no debería haber tenido acceso[a los cuchillos]". Estamos, pues, delante de un caso en el que propio Govern admite fallos, unos fallos que costaron la vida de una trabajadora, pero que sus responsables se niegan a asumir responsabilidades (es decir, dimitir).
Mientras la Generalitat y su consejera de Justicia echan balones fuera, los funcionarios siguen con sus protestas. Porque la muerte de Nuria, la cocinera de Mas d'Enric, es solamente la punta del iceberg. Y es que en 2023 hubo 528 agresiones de presos a trabajadores penitenciarios, de los que 86 fueron incidentes de alta intensidad (un aumento del 54,4%).
Las cárceles catalanas viven una situación límite y sus trabajadores se han hartado. Por este motivo, hoy lunes siguen las protestas delante de varios centros penitenciarios en Cataluña. El Govern ya ha enviado a los Mossos d'Esquadra para que la actividad de las prisiones se pueda desarrollar con la máxima normalidad posible. Hay cortes, barricadas y manifestaciones en Mas d'Enric, Quatre Camins o Brians.
A pesar de los esfuerzos del Departament de Interior, comandado por Joan Ignasi Elena, las protestas han provocado que solo la prisión de Jóvenes y Quatre Camins hayan podido abrir las celas, ya que las otras no tienen suficiente personal. Por lo tanto, la consellera Ubasart suma una nueva derrota en el pulso que mantiene con los funcionarios de prisiones.
A lo largo del día, responsables de Justicia tienen previsto comparecer ante los medios de comunicación para hablar sobre la cuestión. La consejera está contra las cuerdas: los trabajadores la señalan directamente, mientras que una parte del Govern ya reconoce que hubo errores.
Veremos hasta donde aguantan las ganas de aferrarse a la silla de una Ubasart que encarna el buenismo en la gestión penitenciaria (eso que ahora llaman anitpunitivismo), que ya ha costado la vida de una trabajadora asesinada por culpa de los fallos evidentes de un sistema del que ella es la máxima responsable política.
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