La Fundació Bofill dispara sus ingresos de dinero público en plena tormenta educativa
Según ha informado un sindicato de profesores de secundaria, la polémica fundación aumentó sus ingresos en 12,5 millones de euros entre 2021 y 2022
Mientras la educación catalana se cae a pedazos, la Fundació Bofill dispara sus ingresos con 12,5 millones de euros más. Esta es la cantidad que recibió por parte del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El sindicato aspepc se pregunta a qué se destina esta enorme cantidad de dinero y si repercute de manera real y positiva en la educación.
La Fundació Bofill y la educación catalana
La Fundació Bofill no cae muy bien entre los sindicatos de profesores. Consideran que es una organización privada con demasiada influencia en el Departamento de Educación. Y lo cierto es que así es. Tal y como informamos en E-Notícies, el Departamento de Educación y la Fundació Bofill trabajan codo con codo y varios altos cargos del Departamento provienen de la Fundación.
Este grupo se dedica al asesoramiento institucional en materia educativa. Algo que ha despertado los recelos de los sindicados por tratarse de una de las entidades impulsoras de la educación por proyectos y competencias. Un modelo que, según muchos profesores y especialistas, es una de las causas que explican el fracaso de Cataluña en materia educativa y que quedó reflejado en el informe PISA.
Pero lejos de alejar a la Fundació Bofill, el Departamento de Educación la premió. La consejera Simó - que no tiene una buena relación con estos sindicatos de profesores - cargó las responsabilidades de PISA en un subalterno y ascendió a personas provenientes de la Fundación.
Por lo demás, este vendaval educativo con efectos sociales a corto, medio y largo plazo no parece afectar a la Fundació Bofill. Por lo menos en su dimensión económica. De hecho, esta situación le ha beneficiado. A razón de un año, ha aumentado sus ingresos de manera estratosférica.
Los sindicatos auditan a la Fundació Bofill
Los datos provienen de la propia Fundación. Entre 2021 y 2022, la Fundación Bofill aumentó sus ingresos por casi 12,6 millones de euros, lo que representa casi 60 veces más que el año anterior. El motivo, explica el sindicato, es “una fuente nueva de financiación pública del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España, con fondos europeos “Next Generation”, y con un importe astronómico de 12.500.000 €”.
Se trata de una financiación destinada a la implementación y evaluación de tres programas educativos en Cataluña, Andalucía, Ceuta y Melilla. Entre otras cosas, esto ha tenido como efecto que la Fundación haya aumentado su personal de una manera muy notable: de 29 a 48 trabajadores. También que haya aumentado el sueldo de sus directivos.
Así mismo, el sindicato pone el acento en el gasto de algunos servicios inconcretos como “servicios exteriores” (casi 2,9 millones), “servicios profesionales independientes” (medio millón) y “otros servicios” (casi 2,2 millones). Ante estos aumentos, los profesores se limitan a decir que “nos gustaría que se hicieran públicos los detalles”.
Por otro lado, durante 2022, y según señalan las cuentas presentadas, la Fundación destinó de manera directa a las entidades educativas la “anecdótica cifra” de 40.537 euros. Todo esto, en fin, ha llevado a que los ingresos provenientes de fuentes privadas hayan pasado de ser el 91% de los ingresos totales a ser el 26%.
Por lo demás, la educación en Cataluña continúa igual y, como dice el sindicato, no está del todo claro que todas estas subvenciones tengan un impacto social claro y positivo sobre la educación. Por ello, los profesores concluyen diciendo que hay que preguntarse “en que nos beneficia a nosotros, la ciudadanía, esta lluvia de millones públicos que ha recibido, y seguramente continuará recibiendo, esta poderosa y exclusiva Fundación”.
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