España ya no roba a ERC y Junts
Tras pasarse la campaña criticando al Estado, los dos partidos procesistas abrazan las subvenciones españolas
De amenazar con irse de España en 18 meses, a agarrarse a las subvenciones del malvado Estado español como si no hubiera un mañana. Este es el giro que han hecho ERC y Junts en apenas unos años. Los partidos procesistas han pasado de impulsar una declaración de independencia fake a retorcer el reglamento del Congreso junto a PSOE y Sumar para poder rascar algunos miles de euros más para su bolsillo.
Este pasado miércoles conocíamos que socialistas y el partido de Yolanda Díaz cederán los diputados necesarios a Junts y ERC para que puedan tener grupo parlamentario propio en el Congreso. Ninguna de las dos formaciones precesistas llega a lo mínimo exigido para tener ese preciado grupo parlamentario propio. Pero PSOE y Sumar han salido a su rescate para que puedan ingresar aproximadamente unos 2 millones de euros en subvenciones. Eso, y poder tener más tiempo de intervención, más presencia en comisiones y más asesores, o sea que esta cifra puede incluso verse superada.
ERC y Junts llevan años con el discurso de “España nos roba”, “déficit fiscal” y demás consignas contra el Estado. Y no hace tanto, el PSOE era el partido del 155, un partido con el que no se podía prácticamente ni hablar. Ahora, es el mismo PSOE el que facilita a los procesistas poder cobrar un buen pellizco de dinero público, retorciendo además el reglamento de la Cámara Baja.
Como diría Shakira, el procesismo ya no llora, el procesismo factura
Por si fuera poco, el dinero que reciban gracias a tener grupo parlamentario propio se va directamente a los bolsillos de los respectivos partidos. No se trata de haber conseguido una mayor financiación para Cataluña o algo por el estilo. Esto, aunque significase volver a la etapa del ‘peix al cove’ de Pujol, por lo menos se podría vender como un acuerdo que beneficia a todos los catalanes. Pero no, este pacto entre ERC, Junts, PSOE y Sumar beneficia exclusivamente a las formaciones procesistas.
ERC sabe que está en caída libre: perdió 300 000 votos en las municipales y 400 000 en las generales. Por este motivo, ha decidido agarrarse a todo chiringuito posible, aunque le pueda costar perder aún más votos. En la Diputació de Girona, con Junts; en las de Barcelona, Tarragona y Lérida, con el PSC; y espérate porque la opción de pactar con Jaume Collboni en Barcelona ciudad no es para nada descabellada. Como el título de la película, Esquerra está en modo ‘Toma el dinero y corre’.
En Junts la necesidad de tocar dinero es aún más exagerada. Sin Ayuntamiento de Barcelona, sin puestos en la Generalitat y sin diputaciones de Barcelona, Tarragona y Lleida, los de Puigdemont se están quedando sin cargos relevantes. Por lo que un ingreso extra en el Congreso en forma de grupo parlamentario propio no les viene nada mal para poder calmar a los suyos a base de cargos y sueldos públicos.
En campaña -e incluso después de las elecciones-, hablaban de contrapartidas que no fueran personales, sino que beneficiasen a todos los catalanes. Pero hasta el momento, solo han avanzado bajo la premisa “qué hay de lo mío”.
De momento ya tienen los 2 millones de euros que les proporcionará el grupo parlamentario propio. Y el siguiente paso es la amnistía, que ya han dicho que tiene que incluir a condenados por corrupción, como es el caso de Laura Borràs. Pasa el tiempo y pasamos del “España nos roba” al “España nos financia”: como diría Shakira, el procesismo ya no llora, el procesismo factura.
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