España salva al procesismo

Si un movimiento ha perdido apoyos y popularidad en los últimos meses, este es el procesismo. El domingo pasado se confirmó lo que ya se intuía hace un mes. Si en las municipales ERC, Junts y CUP perdieron más de 300.000 votos, en las generales del 23J la caída llegó a los 700 000 votos menos. Un descenso claro y sin matices, que en condiciones normales debería hacer reflexionar a todo el movimiento, pero no es así.

A pesar de los golpes, el procesismo consigue sobrevivir. ERC ha pasado de 13 a 7 escaños y Junts de 8 a 7. Lo que debería abrir una etapa de reflexión, autocrítica y dimisiones, se ha convertido casi en un triunfo. Sí, porque la España de la que se quieren separar les ha dado un regalo inesperado: las llaves de la próxima investidura.

El sistema electoral español ha salvado al procesismo, que ahora pueden disimular su clara derrota gracias al hecho de poder ser decisivos. De hecho, los únicos que serán totalmente irrelevantes son los de la CUP, que quedándose fuera del Congreso, ya se han visto obligados a hacer cambios. Este martes conocíamos la primera de las varias dimisiones que habrá en la formación anticapitalista.

Pero Esquerra y Junts per Catalunya pueden aplazar su autocrítica gracias a España y a su sistema electoral. No solamente no ha habido dimisiones, sino que incluso ha habido celebraciones a pesar de perder votos a miles.

En ERC, Gabriel Rufián se llegaba a felicitar por ser la primera fuerza dentro del espacio independentista. Y este martes, la portavoz del Govern monocolor de Esquerra, Patrícia Plaja, remarcaba que “la fuerza del independentismo es clave” para formar un nuevo Gobierno.

Más eufóricos están en Junts. De ERC ya se da por sentado que facilitarán sin demasiadas concesiones una hipotética investidura de Pedro Sánchez. Pero los de Puigdemont ya presumen de que venderán muy caro su posible apoyo al candidato socialista. Referéndum y amnistía son, por ahora, las condiciones que han puesto sobre la mesa.

Junts ha conseguido por poco un diputado en Tarragona y Gerona, que de no conseguirlos, hubiera hecho más evidente su caída (perdieron 140 000 votos). Pero gracias a la ley electoral Española, se pueden dar por satisfechos de cómo ha quedado el panorama político en el Congreso de los Diputados.

Sin duda, ERC y Junts pueden saborear una dulce derrota que les permite ser claves en España a pesar de haber sufrido un batacazo histórico ante su electorado.