ERC frena ahora la investigación de los carteles y aviva la guerra interna

Catalunya Ràdio ha avanzado esta mañana que ERC ha “congelado” la investigación de los carteles contra Ernest Maragall hasta después del congreso nacional, en noviembre. El órgano independiente que lleva a cabo las pesquisas argumenta que no quiere influir en el proceso de elección de la nueva dirección del partido. El escándalo de la estructura B ha sido objeto de ataques cruzados entre el sector que lidera Oriol Junqueras y los afines a Marta Rovira.

Los juristas que investigan el caso tendrían que haber presentado sus conclusiones antes del congreso del 30 de noviembre pero han renunciado a ello. La decisión llega después de la filtración de un primer informe que señalaba como responsable al exdirector de comunicación Tolo Moya. Además, revelaba que Oriol Junqueras sí había sido conocedor de la existencia de la estructura B, en contra de lo que había sostenido hasta ahora.

Pero el informe ha sido declarado nulo por estar basado en conjeturas y declaraciones, así que el comité de garantías ha encargado una segunda investigación. Los juristas han decidido ahora frenar esta investigación, y ganar tiempo para no tener que mojarse antes del congreso. Además, han pedido al órgano instructor de la investigación que redacte un nuevo informe para aportar más información y de forma más rigurosa.

Aumenta la tensión entre los dos sectores

La información ha causado una gran indignación, sobre todo en una parte de la militancia que denuncia maniobras de los sectores oficialistas para tapar el escándalo. Consideran que tanto Marta Rovira como Oriol Junqueras están implicados en el caso, y quieren taparlo para que no les perjudique de cara al congreso nacional. Pero la noticia también ha avivado la guerra entre los sectores, porque los junqueristas acusan a los roviristas de malmeter con un informe inconcluso.

Para los roviristas, la decisión de congelar la investigación responde a una nueva maniobra de Oriol Junqueras para no salir salpicado. Para los afines a Oriol Junqueras, el primer informe, y sobre todo la filtración, fue un nuevo intento de Marta Rovira de embarrar el debate y perjudicar a Junqueras. Los dos han pedido públicamente que cese la guerra sucia, que sin embargo parece haber llegado a un punto de no retorno.

Rovira lleva ahora la iniciativa

Oriol Junqueras trata de recuperar la iniciativa después de quelos de Marta Rovira hayan conseguido adueñarse del relato y marcar la agenda del próximo congreso nacional. Los roviristas, que hasta hace poco iban por detrás, ahora han pasado a la ofensiva y son los junqueristas quienes se defienden. Rovira aprovechó su adiós como secretaria general, este pasado lunes, para fijar la línea del debate ideológico entre independentistas (Nova Esquerra Nacional) y federalistas (Militància Decidim).

En el caso de los carteles, Junqueras golpeó primero en el acto de presentación de su candidatura, el 21 de septiembre, cuando acusó a Marta Rovira de estar detrás de la estructura B. Tolo Moya, el señalado en el informe como responsable de los carteles, también ha acusado abiertamente a Sergi Sabrià, del sector de Rovira, como cabecilla de la trama. Rovira guardó silencio inicialmente, pero luego respondió acusando a Junqueras de saber todo lo que ocurría en el partido.

Junqueras sostiene que él estaba en cárcel y no sabía nada, mientras que los roviristas le desmienten asegurando que hacía y deshacía desde su reclusión. De hecho, le acusan de haber maniobrado por detrás para perjudicar a la secretaria general y a sus afines. La investigación tendrá que resolver las responsabilidades individuales en el caso de los carteles, aunque no lo conoceremos hasta después del 30 de novimebre, cuando ERC ya tenga una nueva dirección.