Una nueva filtración sobre los carteles de ERC salpica a Oriol Junqueras

La guerra interna en ERC se recrudece. Horas después dela rajada de Marta Rovira contra Oriol Junqueras en su acto de renuncia como secretaria general del partido, el expresidente de Esquerra ha guardado un escrupuloso silencio esta mañana en el homenaje a Lluís Companys en Montjuïc. Minutos después ha saltado otra filtración, la enésima, que mancha a Oriol Junqueras.

Rac1 ha desvelado en exclusiva las conclusiones del informe de la investigación interna sobre el escándalo de los carteles del alzheimer. Marta Rovira señaló ayer que “las conclusiones” de este informe “son muy claras” y las responsabilidades “muy individualizadas”. No dio nombres, pero ahora se revelan las conclusiones de la investigación que señalan directamente al exdirector de comunicación Tolo Moya.

Pero además, el informe concluye que Oiol Junqueras sí fue informado de que los carteles eran un ataque de falsa bandera, algo que él había negado hasta ahora. La teoría de Junqueras es que él estaba en la cárcel y no tenía contacto con esta estructura B, de la que acusó directamente a Marta Rovira. Unos y otros han pedido estos últimos días enterrar el hacha de guerra, pero al parecer nadie da tregua.

La investigación deja en mal lugar a Oriol Junqueras

Según la investigación llevada a cabo por un órgano independiente, y revelada ahora por Rac1, el entonces presidente del partido era conocedor de la verdad sobre los carteles. Afirma que los hechos fueron puestos en conocimientos de dirigentes como Jordi Roig, vicesecretario de finanzas, y el propio Oriol Junqueras. Además, confirma la implicación de Sergi Sabrià en la gestión posterior.

Los jóvenes que colgaron los carteles pidieron más dinero a Tolo Moya porque al parecer habían sido identificados por los Mossos. Al no obtener una respuesta del responsable de comunicación, un intermediario se puso en contacto con Sergi Sabrià, que intentó calmar los ánimos.

Las conclusiones dejan una incógnita

La investigación interna señala a Tolo Moya como máximo responsable de los carteles, pero añade que no han encontrado al ideólogo de la campaña. Moya habría sido el encargado de gestionar la campaña que, según la investigación, se le fue de las manos. Advierte además que esto conlleva su expulsión del partido, además de la del militante que hizo de enlace entre él y las tres personas que colgaron los carteles.

El informe señala también a Sergi Sabrià y Marc Colomer por haber confiado en Tolo Moya, y aconseja la elaboración de un protocolo interno para las campañas de contraste. Así mismo, revela la existencia de un chat donde diferentes personas de ERC proponían ideas y acciones para las campañas de contraste. Entre otras, la de “imprimir carteles con la cara de Ernest Maragall con un mensaje para que se viralice” y “jugando con su edad”.

Aunque Tolo Moya dijo que el grupo actuaba de forma autónoma, el informe le señala como la persona que daba las directrices. Aporta además la confesión del propio Moya a cuatro personas sobre su responsabilidad directa en el caso de los carteles.

Finalmente, el informe concluye que no hubo una estructura paralela en ERC pero admite la existencia de campañas en la sombra. Se trataba de campañas para desgastar al enemigo y sin el logo de Esquerra, algo que, a excepción del caso de los carteles, no contravino las normas internas de la organización.