Dos personas en una transmisión en vivo desde Madrid, con un texto que menciona a ERC y un ultimátum de Puigdemont.
POLÍTICA

ERC cae en la trampa de Puigdemont

Los republicanos vuelven a bailar con el compás que Junts marca en Madrid: ahora, la moción de confianza

El protagonismo político de Pedro Sánchez maquilla el hecho de que el verdadero rival de Junts es ERC y viceversa. En la medida en que la unidad indepe no es operativa ni real, ambos partidos son sus respectivas némesis en el contexto partitocrático catalán. Esto explica que muchas de sus maniobras en Madrid tengan como objetivo ganar espacio en esta competición.

Esto empezó cuando Puigdemont decidió sumarse a la mayoría ‘Frankenstein’, porque hasta entonces solo ERC negociaba con el PSOE. Desde ese momento, los ejemplos de guerra procesista han sido constantes. Desde la reforma fiscal hasta el reparto de ‘menas’ y pasando por multitud decretos o la intervención del mercado inmobiliario.

En este tablero, las dos posturas están muy claras. ERC hace un refrito de la “estrategia del miedo” y denuncia que Junts se alinea cada vez más con la “derecha española”, como dijo Rufián. Por su lado, Junts defiende la idea de que ellos son los defensores de los "intereses de Cataluña" en Madrid. 

Carles Puigdemont con gafas y traje oscuro mirando hacia la derecha con un cielo azul y nubes de fondo.

ERC se encomienda al miedo

El último ejemplo de esta competición lo tenemos con la moción de confianza que ha planteado Puigdemont. Y es que, conscientes de que el PSOE incumple reiteradamente sus compromisos, desde Waterloo están en pleno órdago amenazante. De aquí que TV3 entreviste a Puigdemont y le dé espacios para coquetear con el “colapso” de la legislatura.

Esto tiene una traducción inmediata: dejar caer al Gobierno e ir a elecciones generales. Y ya sea que Puigdemont vaya o no de farol, esta jugada coloca a ERC en una situación delicada. Porque ERC, a diferencia de Junts, se ha comprometido - incluso ideológicamente - con el PSOE y solo con el PSOE.

Por este motivo, desde ERC vuelven a agitar la posibilidad de que unas elecciones darán al traste con ‘Frankenstein’ y haya una mayoría de Vox y PP. Así lo explicaba hoy Pilar Vallugera en TV3. “Nosotros siempre estamos abiertos al debate. En cuanto al ultimátum es interesante saber qué quedaría: Vox y PP. Ellos sabrán lo que hacen”, ha dicho Vallugera:

Grados de dependencia hacia el PSOE

Es decir, que ERC vuelve a caer en las trampas maximalistas de Junts y le dan espacio a Puigdemont para presentarse como alguien que de verdad puede desestabilizar a España. Otro asunto es si estos juegos de manos de Puigdemont consiguen revertir el profundo desencantado abstencionista con el procesismo. Los últimos sondeos electorales revelan que ambos partidos tienen un encefalograma plano, con movimientos de escaños mínimos.

De la misma manera, Junts también puede explotar que ERC es la muleta del Govern de Salvador Illa en Cataluña. Pero el problema de fondo de Junts es Puigdemont, que todavía es rehén de una amnistía que él mismo promovió. El síntoma más claro de esto es que, hasta la fecha, ha mantenido a Sánchez en Moncloa y que en Cataluña no ejerce de jefe formal de la oposición.

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