El independentismo celebra la Diada más dividido que nunca
La manifestación de la ANC picha con solo 115.000 asistentes según la Guàrdia Urbana de Barcelona
Este domingo, en e-Notícies decíamos que esta Diada era la de la división entre el independentismo. Y tras la celebración de los actos de conmemoración del 11S, quedó más que demostrado que, ahora mismo, los independentistas están más divididos que nunca. Y es que la Diada del 2023 siempre será recordada por ser la de los reproches y abucheos entre los diferentes actores del movimiento.
ERC y Junts, eternamente peleados
ERC y Junts se han pasado el día lanzándose dardos envenenados. Dirigentes republicanos han repetido por activa y por pasiva que lo que hace ahora Junts de negociar con el PSOE ya hace años que lo practican ellos. Raquel Sans, portavoz de Esquerra en el Parlament, ha dicho incluso que lo han hecho “excesivamente en solitario y recibiendo muchas críticas”.
El secretario general de Junts, en cambio, ha reprochado a ERC que hasta ahora les tenían vetados de la mesa de diálogo. Jordi Turull ha celebrado el “cambio de opinión” de Esquerra a la hora de proponer una “negociación conjunta con el Estado”.
Los independentistas, hartos de los procesistas
Pero la guerra entre ERC y Junts ya hace meses -e incluso años- que existe. Lo destacado de este año es que ha quedado más que evidente que buena parte del independentismo de base está harto de los dos principales partidos procesistas. Y eso ha quedado patente en los momentos de tensión que se han vivido en algunos tramos de la manifestación, en los que gente afín a ERC se ha encarado y ha reprochado los cánticos de “Govern dimisión” que estaban propinando otros indepes. Una manifestación a la que, por cierto, Junqueras no ha asistido tras afirmar que ha dado positivo en Covid, algo que muchos no se han creído.
Pere Aragonès, por su parte, también ha tenido problemas en la manifestación de la ANC. Y es que el president del Govern ha sido evacuado antes de hora de la marcha por su equipo de seguridad. Los hechos han sucedido antes de llegar a la plaza de España y, a pesar de que la Generalitat ha querido matizar el incidente, lo que está claro es que la unidad indepe está ahora mismo a años luz.
Las entidades entran al trapo
Si ampliamos el foco, tenemos a las entidades que también participan al juego de la división del independentismo. La ANC sigue a lo suyo y, tras pedir esta semana que se levante la DUI, hoy ha exigido a ERC y Junts que no negocien con el PSOE si no se contempla la independencia. Que la ANC cada vez representa a menos independentistas es evidente y hoy su expresidenta Carme Forcadell ha sido de las últimas que se han desmarcado de esta entidad. “Han perdido transversalidad”, ha dicho la también expresidenta del Parlament.
Si Forcadell, cercana a ERC, ha criticado a la ANC, afín a Junts, lo mismo ha pasado al revés. Òmnium, del entorno de ERC, también ha aprovechado la Diada para mandar un aviso a Junts per Catalunya. Y es que la entidad cultural ha dejado claro que Laura Borràs no debe ser incluída en una futura e hipotética Ley de amnistía, ya que su causa judicial no tiene que ver con el procés, sino con la corrupción. Y todo eso, teniendo en cuenta la guerra ERC-ANC que ha estallado en el día anterior a la Diada.
La CUP, en guerra con Aliança Catalana
También la CUP ha querido dar la nota este 11S. Lo ha hecho mediante sus cachorros, Arran, que han destrozado la ofrenda floral que el día anterior había hecho Aliança Catalana en el Fossar de les Moreres. Las juventudes de los cupaires han tachado de “fascistas” al partido de Sílvia Orriols para justificar su vandalismo. No deja de ser irónico que, mientras la CUP se encuentra en caída libre, Aliança Catalana suma cada vez más apoyos -como ha quedado demostrado hoy-.
Fracaso de la manifestación de la ANC
Un ejemplo de cómo se encuentra el independentismo ha sido la manifestación convocada por la ANC. Se trata de una marcha que, en años anteriores, se ha movido con cifras cercanas al millón de asistentes. Este año, según la Guàrdia Urbana, tan solo 115 000 personas se han manifestado por las calles de Barcelona. Eso sí, desde la ANC han dicho que los asistentes han sido 800 000, una cifra muy alejada de una realidad que no pueden tapar por mucho maquillaje que le pongan.
Tan alejados están los diferentes actores del independentismo y del procesismo que incluso la ANC ha aprovechado la manifestación para reivindicar la "lista cívica" que quieren impulsar. Según las palabras de su criticada presidenta, Dolors Feliu, la idea de la Assemblea es promover esta nueva lista en las próximas elecciones al Parlament de Cataluña "para hacer la independencia".
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