Sílvia Orriols hablando en un micrófono con un cartel rojo en el fondo que tiene una cara con ojos tachados.
POLÍTICA

Convocan una concentración en Ripoll para 'quemar' a Sílvia Orriols y ella responde

La alcaldesa de Ripoll se muestra incrédula ante la impunidad que hay para amenazarla: ‘Vergüenza absoluta’

Se complica la situación del casal popular ‘La Metxa’ de Ripoll. Hace unos meses saltaba la polémica con la decisión del Ayuntamiento de Ripoll de cerrar el casal. Según informó el consistorio, no habían pagado la licencia y acumulaban diversas faltas administrativas.

Ante esto, el casal popular denunció que esto era una cacería para “eliminar la disidencia política” en Ripoll. Poco después, varios entes afines a la izquierda radical mostraron su apoyo a La Metxa y, de paso, amenazaron a Orriols. El sindicato anarquista CGT emitió un comunicado instando a levantar “barricadas contra el fascismo”.

Fotografia de Silvia Orriols en Ripoll

Y ahora la situación se ha acabado de complicar con la aparición del SEPC, que ha convocado este domingo una manifestación en Ripoll. En el anuncio de la manifestación, hablan de “fascistas, os quemaremos a todos”:

Por su lado, La Metxa insta en redes sociales a acudir a la manifestación. También ha publicado un vídeo del grupo musical Som Fetus, que explican que “el vino hace la sangre y el agua barro, al fascismo se le combate o va avanzando”:

La reacción de Orriols

Tanto la manifestación como las palabras de las entidades convocantes han despertado la indignación de Sílvia Orriols. A través de redes sociales, la alcaldesa ha mostrado su incredulidad ante las amenazas de quemar a una diputada o los chistes sobre su hijo.

“Sale gratis si se llama Sílvia Orriols”, dice la alcaldesa antes de concluir que “vergüenza absoluta”:

Los seguidores y simpatizantes de Orriols también han mostrado su indignación. Son muchos los que denuncian que esto puede ser constitutivo de un delito de odio. Así mismo, remarcan el silencio mediático y gubernamental ante estas amenazas.

“Y esto solo con dos diputadas...”, “Esto no es activismo, esto es delincuencia”. “Son macarras, matones de la nueva inquisición”. “¿Y la policía y la fiscalía dónde están?”, se preguntan los usuarios.

Como ocurre con el cordón sanitario o la marginación mediática, esta clase de acontecimientos refuerzan el perfil político de Orriols. Además de azuzar la polarización social y política, las manifestaciones de esta clase excitan a ambos bandos. Y más aún al electorado de Orriols, que es mucho más transversal que el de los grupos radicales de izquierdas.

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