Primer contratiempo para Salvador Illa: los sanitarios, en pie de guerra

Una de las muchas carpetas que tiene abiertas el presidente Illa es la sanidad. Recortes que todavía se arrastran, errores de gestión, tensión sindical y, en fin, saturación. Sin ir más lejos, a inicios de este mes las enfermeras hablaban de “colapso” en algunas áreas sanitarias y de trato “indigno” a los pacientes.

Una de las derivadas de esta situación es el alto tiempo de espera en los Centros de Atención Primaria (CAP). Hay que tener presente que se puede llegar a esperar hasta dos meses para ser atendido por tu médico de cabecera. Ante esto, el nuevo Govern de Illa, con la consejera Pané como encargada, prometió arreglar el problema.

Para ello, han creado el Comité de Evaluación, Innovación, Reforma Operativa y Sostenibilidad del Sistema de Salud (CAIROS). Y uno de sus principales objetivos es nada menos que reducir el tiempo máximo de espera hasta 48 horas. Las autoridades políticas y sanitarias admiten que es un proyecto “ambicioso”, máxime cuando no son los primeros que se proponen arreglar este problema.

Los sindicatos no ven “ambición”, sino “utopía”

En declaraciones a El Món, el sindicato de enfermería SATSE señala que esta es “una medida utópica, política, es empezar la casa por el tejado”. Y en una línea similar se ha expresado el sindicato de enfermeras de Cataluña, que aplaude la intención, pero dice que hay problemas más urgentes. “Hoy por hoy, esta propuesta es hacer volar palomas”, dicen desde el sindicato.

“Decir la frase que conseguiremos reducir las listas de espera es un objetivo que, a largo plazo, está muy bien. Pero los objetivos a corto y medio plazo tienen que ser otros, como cubrir todas las personas que no pueden hacer una jornada completa”, insisten.

El personal sanitario advierte de que el problema es presupuestario

Ante la falta de concreción del Govern a la hora de explicar cómo van a conseguir su objetivo, los sindicatos lanzan varias advertencias. Les preocupa que el plan de la consejera Pané sea reducir el tiempo de visita para que así quepan más pacientes por médico. De hecho, señalan que los actuales doce minutos de visita a veces ya son pocos para atender correctamente.

Tanto desde SATSE como desde el Sindicato de Enfermeras de Cataluña apuntan a que el problema es presupuestario. Se trata del debate de siempre: más recursos, más personal y, en fin, más financiación. “Es un camino muy complejo y hace falta más inversión presupuestaria”, admiten desde SATSE.

Por su parte, la consejera Pané también dijo que la partida para sanidad debía alcanzar el 7% del PIB. Pero con los presupuestos prorrogados y la tensión política, por el momento no se van a cubrir los 2.800 millones que faltan para cubrir gastos. Se trasladan así los incendios del Govern de Aragonès al Govern de Illa.