El CEO evidencia la hipocresía de los votantes de izquierdas con el turismo
Según los datos, criticar el turismo y hacer turismo parece que son dos cosas bastante diferentes
Entre el discurso político y la realidad social hay diferencias. Y lo cierto es que estas diferencias son cada vez mayores. Definitivamente, la intensidad de algunos relatos políticos no se corresponde con la realidad de la calle.
En este sentido, los informes sociopolíticos del CEO - el CIS catalán - son de un valor inestimable para situar la realidad sociopolítica de Cataluña. En ocasiones, traen sorpresas bastante reveladoras. Aunque no lo parezca, los partidos toman buena nota de ello.
Hace unas semanas, por ejemplo, uno de los informes del CEO explicaba que casi la mitad de la población catalana cree que la inmigración era excesiva. Así mismo, el 60% de los ciudadanos cree que los inmigrantes reciben más de lo que aportan. En E-Notícies, desgranamos esos datos por partidos y las sorpresas también fueron llamativas.
Ahora, el CEO ha vuelto a emitir uno de sus informes y, otra vez, algunos de los resultados aplicados a los partidos de izquierdas son sorprendentes. De fondo, la polémica del turismo.
¿Quién puede ser turista y quién no?
Barcelona tiene una relación de amor y odio con el turismo. Algunos lo consideran una lacra social que desnaturaliza la ciudad y otros asumen su importancia económica. En términos políticos, la cosa está aún más clara.
En nombre de la sostenibilidad y un modelo económico diferente, los partidos progresistas dicen plantarle cara al turismo. La CUP, por ejemplo, ha protagonizado varios episodios de protestas con mayor o menor trascendencia. Por su parte, los Comuns también han intentado capitalizar las últimas protestas contra la masificación turística.
Ante estas reivindicaciones, muchos señalaron que aquí había un fondo de hipocresía. Porque, ciertamente, alguien que critica el turismo en su ciudad después podrá ser turista en otra ciudad.
Ahora, el CEO ha cuantificado los intereses turísticos de los catalanes y, de paso, la hipocresía ambiental. De entrada, el 50% de los catalanes tiene previsión de irse de vacaciones frente a un 46% que no lo tiene previsto. Estas cifras, pero, pueden ser bastante diferentes en función del partido al que se vota.
La CUP y los Comuns, de vacaciones
Si se divide por simpatías partidistas, los votantes de la CUP y de los Comuns son los que manifiestan más deseos de ir de vacaciones.
Nada menos que el 65% de los votantes de la CUP y el 64% de los votantes de los Comuns tiene previsto ir de vacaciones. Con respecto a los votantes de Vox, hay una diferencia de 20 puntos porcentuales:
Es decir, que los dos partidos más contrarios al turismo son los que tienen los electorados más turísticos. Entre otros factores, esta realidad tal vez obedezca a otra información que ofrece el informe del CEO.
Preguntados por si su “situación económico personal” ha mejorado o empeorado en comparación al año pasado, los simpatizantes de la CUP y de los Comuns vuelven a presentar los mejores resultados.
Los votantes de la CUP, pues, parecen ser los mejor parados con una mejora del 40% en su situación económica personal. Por su parte, los Comuns (25%) firman el segundo puesto, pero a bastante distancia de los anticapitalistas. Los que dicen haber empeorado más su situación económica son los votantes de Aliança Catalana (42%) y de Vox (36%).
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