Primer plano de Carles Puigdemont
POLÍTICA

Carles Puigdemont, cada vez más acorralado: nervios al ver que su plan puede fallar

La desesperación del líder de Junts ya se hace evidente. Si ERC y el PSC pactan, se quedará entre la espada y la pared

Los nervios y la desesperación en Junts, y concretamente en Carles Puigdemont y su entorno, es cada vez más evidente. Los avances de las negociaciones entre ERC y el PSC para investir a Salvador Illa abocan al expresident en una situación demasiada comprometida. Y ya ni él esconde que su plan se puede ir al traste si no consigue forzar una repetición electoral.

La estrategia de Carles Puigdemont es evidente desde hace semanas. Reventar cualquier acercamiento entre republicanos y socialistas es el objetivo número 1 del líder de Junts. Su plan pasa por forzar una repetición electoral y que, en estas segundas elecciones que se celebrarían el 13 de octubre, los procesistas vayan unidos en una sola candidatura.

Plano medio de Carles Puigdemont de pie detrás de un atril con un fondo azul en una rueda de prensa en Bruselas

Para ello, se sabe que Puigdemont habría ofrecido 25 puestos de salida en las listas a los republicanos. Y es que ERC probablemente bajaría todavía más y perdería algunos de los 20 diputados que tiene actualmente. Por lo tanto, se trata de una oferta generosa para convencer a la formación de Marta Rovira.

Los republicanos, sin un líder claro que se pueda presentar como candidato, podrían encontrar en esta lista conjunta una salida mínimamente airosa. Aunque por ahora se niegan a volver a repetir la experiencia del Junts pel Sí y priorizan un entendimiento con el PSC para investir a Illa. En todo caso, si Puigdemont consiguiera convencer a ERC, la siguiente fase del plan es ganar las elecciones de octubre (una lista conjunta podría conseguir unos 50 diputados y superar los 40-y-muchos que podría sumar el PSC) y así forzar a los socialistas a investir al candidato de la fuerza más votada.

Los nervios de Carles Puigdemont viendo que su plan puede fallar

El idílico plan de Carles Puigdemont es, como dice el meme, aquello de "en su cabeza era espectacular". Porque por mucho que sueñe con este escenario, la realidad es la que es. ERC y el PSC cada vez están más cerca de un acuerdo (que deberán ratificar las bases republicanas). Y, si las negociaciones colapsan, no está claro que Esquerra ceda en lo de la lista conjunta.

Imagen de Carles Puigdemont junto a su mujer, Marcela Topor

El último CEO, siempre generoso con ERC, pronostica que los republicanos no sufrirían otra caída en caso de repetición electoral. Y esto puede animar a Esquerra a rechazar la propuesta de Puigdemont. Un Puigdemont, además, que el CEO le augura un estancamiento o incluso una caída de escaños en caso de repetición electoral. Por lo tanto, la brillante idea de que unas nuevas elecciones podrían beneficiar al líder de Junts no está tan clara como parece.

Si ERC y el PSC pactan, su futuro quedará demasiado en entredicho

El problema de Carles Puigdemont ya no es solamente que una repetición electoral le permitiría volver a jugar a la ruleta a ver si hay más suerte que el pasado 12-M. Y es que, por mucho que subió en votos y escaños, el fracaso de no poder ni acercarse a Salvador Illa (quedó 7 diputados por debajo) es más que evidente.

El principal problema para Carles Puigdemont es que, si no hay repetición electoral, habrá sesión de investidura. Y en este escenario, solo le quedarán dos opciones. Una, cumplir con su palabra y volver a Cataluña. Esto significaría su arresto, ya que sigue vigente su orden de detención. Y ya son muchas las voces de Junts que cuestionan que vuelva para ser detenido, tirando así por tierra la estrategia del "exilio" de los últimos siete años. Al fin y al cabo, si hace esto, acabará detenido, previsiblemente en prisión preventiva (por riesgo de fuga evidente), y todo por asistir querer a una investidura de un presidente del PSC.

Carles Puigdemont hablando desde un atril de color azul con una bandera catalana de fondo

La segunda opción es no volver y, por lo tanto, volver a mentir a sus seguidores y votantes. No es la primera vez que lo hace, está claro, pero hacerlo por enésima vez dilapidaría por completo una reputación cada vez más desgastada entre sus fieles. Por lo tanto, si falla su plan de forzar una repetición electoral, la situación en la que quedará Carles Puigdemont será extremadamente delicada.

De aquí que, viendo que ERC y el PSC se van acercando, los nervios en Puigdemont se han hecho evidentes en los últimos días. Por un lado, la presión a ERC de sus altavoces mediáticos para que no pacten con Salvador Illa ha aumentado considerablemente. Y por el otro, su publicación en redes sociales ha dejado al descubierto la desesperación del líder de Junts. Y es que, a pesar de que en Madrid hace de muleta de Pedro Sánchez y que el sector pragmático en el partido se ha ido imponiendo en los últimos meses, sus palabras criticando a periodistas, medios, empresarios y jueces han generado sorpresa en su entorno. En esta publicación, Carles Puigdemont acusó a todos ellos de "allanar el camino al candidato del régimen" a la presidencia de la Generalitat. Una forma curiosa de definir a Salvador Illa, a quién también acusó de ser "el candidato de la España del 155". Y esto, a pesar de que Illa forma parte del partido del cual Junts es socio en el Congreso.

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