Montaje de fotos de Santiago Abascal con el logo de VOX de fondo

OPINIÓN

VOX va de farol

El programa electoral de VOX es “a todas luces inviable”

El programa electoral presentado por VOX ha cumplido ya una de sus finalidades: crear emoción. En contra, la de los que ven el programa con espanto como el fin de una evolución social de conquista de libertades y de consolidación de derechos. A favor, la de los que ven que “por fin” se va a acabar con el carrusel de destrucciones de la vida “tal como ha de ser”.

La propuesta de VOX es la más reaccionaria en el sentido involutivo que se ha hecho en España desde 1978, puesto que los del 23-F no llegaron a formular ningún programa.

Además de proponer una contrarreforma por todo lo alto, el programa es ideológicamente inconstitucional. Pero, la aparente paradoja es que nuestra Constitución admite las inconstitucionalidades ideológicas por lo que se conoce como “indiferentismo ideológico”.

Se pueden defender ideas contrarias a la constitución, siempre que no se lleven a la práctica mediante actividades tipificables como delito. Y para que no lo fueran, previamente el promotor de las intenciones reflejadas en las ideas, VOX en este caso, tendría que haber conseguido que se reformaran la Constitución, el Código Penal e incluso el Tratado de la Unión Europea.

El líder de Vox y candidato a presidir el Gobierno, Santiago Abascal, interviene durante un acto de campaña electoral, en la Plaza de la Justicia de Zaragoza

Por lo tanto, se trata de un programa a todas luces inviable. VOX va de farol.

Ahora bien, ni el programa es totalmente inocuo, ni el farol totalmente perdedor. Desde los gobiernos, y tanto más desde el Gobierno de España, se puede erosionar la aplicación de las leyes, sin tener necesariamente que cambiarlas. A eso, el PP lo llama “ajustar”, VOX ajustaría radicalmente.

La acumulación de poder autonómico y municipal de VOX, más el central con el silencio de la “derechita cobarde”, harían mucho daño, el envite puede resultar caro de ver.

Y, además, está el tremendo golpe involutivo ideológico que cuestiona los logros en derechos y libertades de la sociedad española, logros que la sitúan a la vanguardia de Europa en muchos aspectos, rompiendo el maleficio secular del atraso como norma.

Jorge Buxadé, vicepresidente de VOX, ideólogo del programa, es abogado del Estado, número 1 de la promoción de 2003, y ha sido profesor de derecho administrativo y de derecho procesal en Universidades de Barcelona, conoce perfectamente la inviabilidad jurídica del programa. Entonces, ¿por qué una formulación tan rebuscadamente radical e inútil?

El líder de Vox y candidato a presidir el Gobierno, Santiago Abascal, interviene durante un acto de campaña electoral, en la Plaza de la Justicia de Zaragoza

Se pueden apuntar un par de razones de entre la variada gama de otras. Primero, la campanada del impacto emocional-cultural de algo tan rompedor, que puede tanto provocar una movilización de rechazo como atraer los votos del “por fin”, más los de “protesta” como cuando se votaba a Herri Batasuna fuera del País Vasco, y probablemente las dos cosas a la vez.  Ellos confían que la suma y resta les sea favorable.

Y, en segundo lugar, en la negociación con un PP asustado y acobardado el programa de máximos lo forzará a más concesiones.

VOX con el programa hace una jugada de tahúr y en el fondo no tiene una buena mano. Hay que aceptarle el envite e ir a por todas rebatiendo sus ideas reaccionarias, desmontando sus propuestas, falaces la mayoría, no se puede “devolver de inmediato al Estado las competencias en Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia”.

Tampoco expulsar a los inmigrantes irregulares, ni derogar todas las leyes sobre todo lo que rechaza, del aborto a la reforma laboral, sin incendiar las calles, sin una grave inestabilidad política con repercusiones en la convivencia y la economía, sin provocar una intervención de la Unión Europea de la que España es un Estado miembro obligado a respetar el acervo comunitario o salir de la Unión.  

No repitamos el ficticio y no obstante nefasto “cordón sanitario”, aquello de que “No hay que replicar a VOX”, que tan caro estamos pagando.