PP y Vox también gobernarán en Extremadura
Los populares se dedicen y aceptan a Vox en el gobierno de la comunidad
PP y Vox acaban de anunciar que han llegado a un acuerdo para gobernar juntos en Extremadura los próximos cuatro años. El pacto incluye la entrada de Vox en el gobierno, en coalición con los populares. Con este entendimiento se despeja el camino de las derechas hacia la Moncloa tras la cita electoral del 23-J.
El partido de Alberto Núñez Feijóo y la formación de Santiago Abascal han acordado un programa de gobierno con 60 medidas. La presidencia de la comunidad será para María Guardiola, mientras que Vox se queda con la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. Ambos partidos firmarán este mediodía un acuerdo que puede ser clave para la gobernabilidad de España.
Hay que recordar que la líder de los populares extremeños, María Guardiola, había rechazado inicialmente formar gobierno con Vox. De hecho, cargó duramente contra ellos, acusándolos de negar la violencia contra las mujeres y deshumanizar a los inmigrantes. “En mi partido tienen cabida todas las sensibilidades excepto Vox”, aseveró.
El bloqueo en el gobierno de Extremadura amenazaba el acuerdo de la derecha tras las elecciones del 23 de julio. También mermaba electoralmente a ambos partidos, y era una bombona de oxígeno para Pedro Sánchez en su peor momento. De hecho, el conflicto supuso entregar la presidencia del parlamento extremeño a los socialistas.
Gobierno del cambio
Ahora, PP y Vox se congratulan por el pacto que posibilita “un gobierno estable con una hoja de ruta clara” en Extremadura. El programa común “pone fin a las políticas socialistas que han lastrado el desarrollo” de la comunidad.
El comunicado conjunto habla de “gobierno de cambio” y anuncia 60 medidas centradas en “el paro, la pobreza, la falta de oportunidades y la despoblación”. Esto se verá reflejado, según han anunciado, “en los presupuestos generales de cada ejercicio”.
Feijóo se la envaina
El PP había mostrado una actitud severa frente a Vox en Extremadura, en contraste con lo sucedido en otras regiones como la Comunidad Valenciana. Tras el conflicto, Abascal ha utilizado la debilidad del PP para forzar su entrada en el gobierno. Esto marca un punto de inflexión en la relación entre estos dos partidos, llamados a acabar con el "sanchismo" el próximo 23 de julio.
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