Gabriel Rufián ya no esconde que le dará los votos a Pedro Sánchez

Esquerra Republicana de Catalunya ha echado una moneda al aire y está a la espera de ver del lado que cae el 23 de julio. Hay mucho más en juego de lo que parece y el partido de Gabriel Rufián vive su primer match ball en mucho tiempo.

Superar los diez diputados, quedar por encima de Junts -aunque sea por un solo voto- sería un balón de oxígeno para los republicanos. El procesismo en general y ERC en particular se encuentran ya en ese trozo del camino donde cualquier decisión que tome les perjudica. Oriol Junqueras apostó tras el 1 de octubre para jugar a la política de mayores en Madrid, ayudando a la gobernabilidad. 

Se supone que la intención era demostrar cierta madurez. Pero claro, ni el Estado se creyó en el nuevo papel de Esquerra, ni los votantes independentistas compraron las nuevas tesis de Junqueras. Para unos Esquerra ha demostrado que no es de fiar -hace solo seis años del 2017- y para otros se trata de un partido que solo utiliza la estelada por votos.

Es por eso que Junqueras y Rufián no han tenido más remedio que tomar una de esas decisiones de las que hablábamos. ERC ya habla abiertamente que darán sus votos a Pedro Sánchez si eso significa "defender a Cataluña". Traduciéndolo al lenguaje de los ciudadanos: van a dar sus votos al PSOE con el pretexto de Vox.

Jugar a ser la Convergència mala del siglo XXI tampoco les ha servido de demasiado, pero no pueden hacer otra cosa desde su punto de vista. Podrían claro subirse al monte con Junts, pero no les serviría de demasiado. El votante más radical opta por la abstención, mientras que el indepe del lazo no volverá a corto plazo a Esquerra. 

Lo que le gustaría a Rufián es que Míriam Nogueras y la CUP le compraran este discurso tan vació de "Vox o Catalunya", pero claro no significa nada. Primero de todo porque es mentira. Si el PP y Vox suman mayoría, el PSOE no tendrá nada que decir y si Sánchez suma con los indepes, Vox pasa a ser un invitado de piedra para configurar pactos. Y segundo, porque Junts ya optado por la confrontación y la marginalidad, renunciando a la Generalitat y a la Diputació de Barcelona.

ERC sabe que para mantener la Generalitat de Catalunya necesita al PSC. Su gan objetivo a corto plazo es mantener el poder y solo sucederá si Sánchez necesita a ERC en Madrid. Si el PP gobierna en la Moncloa, Salvador Illa activará la maquinaria para forzar elecciones. Esquerra ya ha mostrado sus cartas, aunque parece que la aritmética parlamentaria el 24 de julio irá por otros lados.